Balonmano | División de Honor Femenina
Exploradoras del tiempo y del espacio
Nueva exhibición del Mecalia Guardés en el manejo de los ritmos y los movimientos | Llega colíder al derbi y habiendo reducido a cinco el diferencial de goles con el Bera Bera

Hauptman se dispone a lanzar. / Tamara Alonso (SportCoeco)

El manejo del tiempo y del espacio determinan el balonmano. El tiempo es relativo, aunque el reloj parezca galopar siempre al mismo ritmo, y el espacio es infinito, aunque los cuerpos se amontonen. Pocos equipos controlan tan bien como el Mecalia Guardés ambas magnitudes. Pocos comprenden sus misterios con la lucidez de Cecilia Cacheda, María Sancha, Sabine Mínguez y Cristina Cifuentes.
Casi todo un partido, por ejemplo, cabe en tres minutos. Los que tardó Salvador Puig en solicitar su primer tiempo muerto. El Mecalia ya ganaba por 6-1 e incluso se antojaba corto. Jugaban las guardesas en transición hasta cuando atacaban en estático. Si Sancha no encontraba la grieta en la primera oleada, ya salía Cacheda desde el banquillo. A Carratú, heroína eterna del título de 2017, ayer rival, sólo le faltó pedir un pitillo como última voluntad. En este fusilamiento inverso al anochecer, las balas silbaban a su alrededor sin herirla, antes de incrustarse en las mallas.
La defensa alimentaba ese ataque: un 6:0 paradójico, profundo y a la vez ancho. Una contradicción que el Mecalia resolvió gracias a la frenética actividad de sus piezas. Como la dual Cristina Cifuentes, que tapa atrás lo que horada delante. Como Sabine Mínguez, que detiene incluso donde no está, de pura intimidación.

Cecilia Cacheda. / Tamara Alonso (SportCoeco)
Si el Aula Valladolid reaccionó (6-4), fue más por deslices involuntarios de las anfitrionas que por méritos propios: alguna pérdida de Hauptman, algún lanzamiento al palo... La diferencia acabó estabilizándose entre los tres y los cinco goles de ese 16-11 al descanso.
Seabra, que gestiona con precisión sus recursos, adaptándolos a las pequeñas coyunturas que componen el relato de los encuentros, modificó sus rutinas de relevo en la reanudación. Quería repartir esfuerzos y reservar energías. Aprovechó el Aula para creerse su propia propanda (17-15). La entrenadora lusa aquietó enseguida esa rebelión ficticia. Regresó Cacheda y aunque faltaban más veinte minutos, lo cierto es que el partido se terminó en ese instante.
El tirón definitivo
Parpadeó el Aula y el marcador le escupió un 24-16 como si hubiese atravesado un agujero de gusano. Habitamos en un universo vacío. Nuestros propios átomos se componen de electrones que giran en torno a su núcleo. Lo sabe la central dezana, que parece desafiar la impenetrabilidad de la materia cuando filtra sus pases. No sólo por donde no parece haber sitio, sino en el instante ideal, que nadie más es capaz de descubrir. Y luego, de repente, alza el brazo, decide que toca ya proteger la ventaja y el flujo natural de los acontecimientos se interrumpe. La goleada se amplía al final por pura desolación pucelana.
El Mecalia, con todo, trasciende cualquier protagonismo individual. Palomo blinda el eje, Elena Martínez suelta el brazo, Castro se agitan desde la banda, Seabra amaga con atacar con siete para descentrar la pizarra rival... Todas las jugadoras se van relevando en sus fulgores a la vez que componen ese colectivo compacto que su entrenadora ha coreografiado. El conjunto guardés llegará colíder a O Porriño –y a sólo cinco goles en el diferencial del Bera Bera, que ganó 21-22 en La Rioja–; a un derbi donde, más que nunca, todo lo que existe se concentra y todo lo que sucede se detiene.
Mecalia Atlético Guardés (16+16): Sabina Mínguez (p.), Cecilia Cacheda (3), Jazmín Mendoza (1), Elena Martínez (5), Cristina Cifuentes (3), Ania Ramos (2), María Sancha (3) [siete inicial], Blazka Hauptman (3), Amandine Balzinc (p.), Lorena Téllez, María Palomo (3), Rosane Serrano (3), Carme Castro (2), Ariana Portillo (2) y Anouk Nieuwenweg (2).
Caja Rural Aula Valladolid (11+10): Marisol Carratú (p.), Gabriela Bergara (5), Sandra Monteagudo (4), Nerea Patiño (1), Kadidiatou Jallow (1), Mónica Gutiérrez (1), Angela Zurni (1) [siete inicial], Carmen Benítez (p.), Rafaela Rodrigues, Inoa Lucio (1), Jimena Arriaga, Naroa Baquedano (1), Valeska Lovera (5), Amaia González de Garibay y María Guerra (1).
Marcador cada cinco minutos: 5-1, 6-3, 10-5, 11-7, 13-9, 16-11, 17-13, 18-15, 22-16, 25-18, 27-20, 32-21.
Árbitros: José Carlos Friera y Andrés Rosendo. Excluyeron con dos minutos a las locales Blazka Hauptman (2) y María Palomo y a las visitantes Angela Zurni y Kadidiatou Jallow y amonestaron con tarjeta amarilla a la visitante Kadidiatou Jallow.
Incidencias: Partido de octava jornada de la Liga Guerreras Iberdrola 2025/2026, disputado en el pabellón de A Sangriña.
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