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Balonmano | División de Honor Femenina

Adriana Mallo culmina la obra

Un gol de la lateral viguesa en el último lanzamiento del partido da al Porriño un valioso triunfo frente al Elda | Inmenso partido de Paulina Buforn, autora de 13 goles

Adriana Mallo, durante el partido de ayer. |  Pedro Mina

Adriana Mallo, durante el partido de ayer. | Pedro Mina

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Vigo

28 CONSERVAS ORBE ZENDAL PORRIÑO: Isabela Ferrarin, Adriana Mallo (5), Zhukova (3), Caro Bono (3), Iria Benaches, Julia Pestana (1), Iria Augusto, Zsembery, Adriana Rial (1), Isis Moreno, Paulina Buforn (13), Carmen Prelchi (1), Manterola, Lucía Laguna (1), Raquel Blanco.

27 ELDA PRESTIGIO: Ezbida, Lucía García (1), Virginia Fernández (1), Gonçalves (1), Luna Villaescusa, Malena Valles (9), Heilman (1), Julia Terrado (3), Elena Cuadrado (2), Maddi Bengoetxea (4), Claudia Martínez (1), Paula Lluch (4).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 1-2, 4-5, 7-6, 10-8, 13-11, 15-12, DESCANSO, 17-14, 20-19, 22-20, 25-22, 26-23 Y 28-27.

Ese último tiro habría dado mayor gloria al partido gigante de Paulina Buforn. Seguramente era el final que merecía la tarde, gobernada por el brazo izquierdo de la ibicenca que cuando restaban siete minutos y el Conservas Orbe Zendal creía tener el partido a buen recaudo (26-22) llevaba la mitad de los goles porriñeses (trece) tras un recital perfecto que incluía nueve lanzamientos de siete metros sin fallo. En un día marcado por las ausencias (Aitana Santomé, Aroa Fernández, Juliana Santos, Ana Palomino...) Paulina Buforn cargó sobre sus hombros con el equipo durante casi una hora. Pero cuando el Elda Prestigio (equipo que nunca dejó de creer en sus posibilidades) aprovechó algunas dudas locales para igualar el choque en unos últimos cinco minutos que jugaron de forma primorosa, emergió entonces el brazo de Adriana Mallo para soltar desde nueve metros el tiro ganador en la última acción del partido. Un desenlace hermoso y agónico a una gran tarde de balonmano.

Paulina Buforn se impuso en el mano a mano a quien hasta hace poco era su compañera, Malena Vallés. En su vuelta al pabellón porriñés, como en un «deja vu» que le trasladase a sus mejores tardes en esa pista, la central gobernó algunos tramos del partido añadiendo a su dirección la eficacia en el lanzamiento (9 goles). Pero casi siempre fue a remolque de Paulina Buforn y del Porriño. Ella y Zhukova en el arranque compensaron las importantes ausencias con las que contaban. Repuesta del mal arranque, las de Isma Martínez colocaron una ventaja en el marcador que sería una constante en el partido. Diferencias siempre entre los dos y los cuatro goles. Una especie de amenaza con romper el partido en cualquier momento. Virtud del Elda fue no desconectarse en ningún momento del choque, pero a las evidencias a las que se enfrentaban: Paulina en estado de gracia e Isabela Ferrarin apareciendo cunado hacía falta. Pero fue el suyo un ejercicio de constancia. Seguras, sin pérdidas absurdas, anotando con frecuencia, avisando al Porriño de que cuando se equivocasen allí estarían ellas. El Conservas Orbe Zendal llegó al descanso con con esperanzador 15-12.

La tónica no cambió en el segundo tiempo. El Elda mantenía su velocidad de crucero (siempre en manos de las exPorriño Malena Valles y Maddi Bengoetxea) mientras las de Isma Martínez seguía agarradas a la infalible Paulina, a las puntuales apariciones del resto de jugadoras y la llegada al partido de Adriana Mallo que lanzó sus primeros avisos. Sus mejores minutos permitiero al Porriño escaparse (24-20) mediado el segundo tiempo. Era el instante en el que parecía que el choque podría romperse a favor de las locales. Una sensación que Paulina se encargó de ampliar con un par de goles más.

Pero ni Prades ni sus jugadoras estaban para regalar nada. En situación límite jugaron unos minutos extraordinarios en los que Malena Vallés encontró en el extremo a Paula Lluch para igualar el partido y llevarlo a un escenario completamente inesperado unos minutos antes. El Porriño, que venía de un final pletórico en Valladolid hace días, se encontraba ahora como el potencia protagonista de la misma historia pero al revés. El 26-26 con dos minutos por jugar era un regalo extra para los aficionados. Anotó Caro Bono, luego Maddi Bengoetxea y en el último ataque el Elda creía haber controlado al Porriño hasta que a falta de cinco segundos Adriana Mallo soltó su brazo en dirección a uno de esos ángulos que tanto daño hacen a las porteras. El partido ya estaba a buen recaudo.

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