El Al Hilal tumba al City: Marcos Leonardo provoca el batacazo Mundial de Guardiola

El Mundial de Clubeses exactamente un Manchester City - Al Hilal. Un partido que de otro nunca habría pasado y que nadie puede predecir por mucho que se ponga a comparar jugadores, valores de plantilla y distancias. Uno pertenece a Emiratos Árabes Unidos y otro es el buque franquicia de Arabia Saudí. A partir de ahí, dos clubes compitiendo de tú a tú, convirtiendo el fútbol en un deporte global que convertirá este torneo probeta en una cita de interés cada cuatro años. El club saudí llevó al límite al inglés, saliendo de los tópicos de la jaula de oro para llegar a una prórroga a la altura del duelo. Con el revolver en la mano, el equipo de Inzaghi se salió con la suya torturando al City con dos tantos en el tiempo extra donde murió el City. Un encuentro que marca un antes y un después para el fútbol árabe, que buscará las semifinales ante Fluminense.

La heroicidad de Bono y un gol protestado del City

Para Al Hilal era el partido de sus vidas. La demostración de que el fútbol de Arabia Saudí es más que un cúmulo de operaciones millonarias. El conjunto saudí se vio sometido al ímpetu inicial de un Manchester City comandado por los flancos, con Doku como estilete. Antes del 10, el conjunto inglés encontró una vía para inclinar el partido a su favor. Una pared entre Reijnders y Ait-Nouri, con la mano, dio origen a un tanto que parecía inaugurar el dominio inglés. Tras un rebote en el despeje, Bernardo Silva fijó el 1-0 en una jugada muy protestada por el cuadro saudí.

La grada de Al Hilal pidió con insistencia el VAR para revisar una jugada que, lejos de ser el inicio de la sepultura, fue la carga de energía que el conjunto árabe necesitaría en la segunda parte para crear un tornado en Orlando. Bono, con siete paradas, se encargó de mantener con vida a los suyos, con un recital mejor que el de la mayoría de equipos europeos. Ya lo hizo contra el Real Madrid en la primera jornada, cuando paró un penalti a Valverde para sumir en el desconcierto el debut de Xabi Alonso.

El club más ganador del fútbol saudí ha hecho el fichaje más importante en la historia de liga. No se trata de un jugador, tiene que ver con el banquillo, donde un Simone Inzaghi se ha tomado en serio el plan estratégico de Oriente Próximo. Tiene equipo para ello, como demostró con las galopadas de Malcom a espaldas de una defensa 'skyblue' débil con espacio a sus espaldas. El brasileño anotó el segundo tanto de Al Hilal después de un pase maravilloso de Cancelo que hizo salir de su banquillo a Guardiola, con el que mantuvo una tensa relación.

Salida en tromba de Al Hilal y prórroga necesaria

Un tanto frenético que culminó la remontada de Al Hilal en menos diez minutos. La primera piedra para asomar al desastre al City la puso Marcos Leonardo, quien también se valió del acierto de Cancelo para ser el mejor asistente del encuentro. De sus botas salió un centro medido con el que el brasileño se sacó de en medio todos los males por las oportunidades falladas que acumuló en una fase de grupos donde el cuadro saudí avanzó con todo merecimiento, como se demostró en su titánico levantamiento contra la lógica del ejército de Guardiola impuesta por Haaland para el 2-2.

La plácida reconstrucción que había preparado el catalán en la fase de grupos quedó totalmente aplazada por culpa de Cancelo y compañía. Al Hilal se comprometía con el Mundial de Clubes para darle el interés que le han puesto equipos como Fluminense, al aprovecharse de ciertos jugadores de Champions que han venido de pretemporada a EEUU. Para los clubes fuera del eje dominante, el torneo es la oportunidad mágica de sus vidas para demostrar que el fútbol de clubes es mucho más que Europa. Con orden, concierto y acierto, es posible.

Marcos Leonardo provoca el batacazo Mundial del City

El City estuvo a punto de evitar la prórroga con un disparo de Rubén Dias que se fue primero al palo, después pasó por Bono y terminó en una salvada 'in extremis' en la línea a disparo de Haaland. El noruego se llevó la mano a la pierna después del remate de un partido interminable que terminó en la prórroga, con Guardiola desquiciado protestándole a Valenzuela no pitar falta en la jugada final del tiempo reglamentario. En el territorio de la vida o muerte, Al Hilal salió el revolver cargado en el tiempo extra para que Koulibaly martillease a Guardiola.

Contra las cuerdas, el regenerado City se sacó de la chistera un gol de calidad que solo pueden obrar equipos configurados para estos menesteres. Una asistencia majestuosa de Cherki para Foden que elevaba el drama hasta el 3-3 de un partido que en la madrugada española pasaría desaparecibido, pero que fue una oda al Mundial de Clubes. Como se decidiese a partir de ahí ya era una cuestión del destino. Y cayó del lado saudí, el que mejor entendió los requirimientos del desafío, con un tanto histórico de Marcos Leonardo que provocó un batacazo mundial.