Gustavo Cabral: «Si Berizzo te decía ‘tírate a un pozo’, te arrojabas sin mirar»

«Cuando me fui del Celta, me saqué la camiseta de jugador pero me puse la de aficionado», asegura el argentino, feliz por el regreso del equipo celeste a Europa

Gustavo Cabral
anima a sus
compañeros. 
|  Pachuca

Gustavo Cabral anima a sus compañeros. | Pachuca

Denís Iglesias

Miami

Gustavo Cabral (Isidro Casanova, 1985) es un jugador con clase. La suya es trabajadora, por eso pide a los jóvenes que se nutran de sus experiencias: «Que me expriman hasta la última gota». Si se escurre su camiseta salen recuerdos como los maravillosos años del Celta que rozó una final de Europa League. El mejor ejemplo para la generación que ha logrado el regreso celeste a las andanzas continentales.

¿Cómo está llevando este Mundial de Clubes?

Hay muchos cambios de temperatura. Fuera, mucho calor y humedad, que está jugando un papel importante en la adaptación. Dentro, bastante frío, por el tema del aire acondicionado. Pero los campos están muy bien. En nuestro debut no tuvimos demasiada gente, pero los nuestros nos arroparon. A medida que pasen los partidos va a venir mucha más gente.

¿Qué objetivos se ha puesto este Mundial Pachuca?

Del primer encuentro se sacaron cosas positivas, a pesar de la derrota. Estamos en fase de crecimiento. Pachuca va a hacer un buen partido con el Real Madrid. Es uno de los favoritos, pero nosotros no vamos a bajar los brazos.

¿Cree que para los equipos de Concacaf y Conmebol llega en mejor momento este Mundial?

Puede ser. Vienen con más carga de partidos los equipos de Europa. Nosotros venimos de hacer una mini pretemporada, se puede decir. En el caso de Pachuca, tuvimos dos partidos de preparación: uno con Al Ahly en Miami y otro con Coyotes, del ascenso mexicano. Y sí, puede estar afectando el viaje, el venir a un país nuevo y acostumbrarse al clima.

¿Cómo ve el duelo ante el Real Madrid? Al Hilal ya dio pistas.

Individualmente son grandes jugadores, pero es un equipo en construcción. No es el mismo al que nos enfrentamos en la Intercontinental de diciembre. Tienen bajas importantes, como la de Mbappé. Daremos pelea. Siempre nos plantamos de cara. El plan es ser protagonista, tener el balón, tratar de cuidarlo mucho, de atacar y crear espacios. Hemos cambiado bastante respecto al torneo pasado con otro preparador. A Jaime Lozano se le ve muy capacitado. Ha estado en la selección, en Necaxa... Su idea me gusta: jugar desde atrás, trabajar un sistema durante la semana y que el delantero llegue a definir con ventaja.

¿Cuál cree que es el punto débil del Real Madrid?

Puede ser que la defensa. Ahí podemos tratar de lastimar. Tenemos jugadores con experiencia como Rondón, un gran delantero, y jóvenes como Kennedy. Nuestra motivación será del 200% para competir contra estos grandes.

¿Por qué le atrapó la Liga MX?

Antes de ir a España jugué un año en Tecos de Guadalajara. Es una liga muy abierta, donde cualquier equipo puede salir campeón. El formato de liguilla te da esa posibilidad. Es una liga muy intensa. En Europa corre la pelota por el césped y el riego. En México corremos nosotros. Es más exigente en lo físico, más friccionado, pero hay muchísima calidad.

¿Siente el peso de la edad?

Uno sí se va sintiendo grande para el fútbol. Pero el liderazgo lo sigo teniendo, es algo nato en mí. Me siento bien con 39 años y trato de aportar. Siempre les digo: «Exprímanme lo que más puedan, que queda poco ya». Debuté con 18, en diciembre de 2003, con Racing. En esa época había pocos jóvenes. Hoy hay un 60-70% de jóvenes en los planteles.

¿Ha seguido al Celta?

¡Claro! Cómo no les voy a seguir. Cuando me fui, me saqué la camiseta de jugador pero me puse la de aficionado. Mi familia es celtista. Estábamos muy nerviosos en el último partido y con el gol de Iago Aspas nos pusimos todos supercontentos. Como siempre digo, Iago tiene una segunda piel y es la de la camiseta del Celta. Me pone muy contento por él y por todos. Por la ciudad, la afición... Estuve siete años ahí viviéndolo al máximo. Tengo un cariño muy especial.

Llegará un momento, más pronto que tarde, donde habrá que colgar las botas...

Sí, mi plan B es ser entrenador, esa es la idea. El curso de entrenador lo he hecho, ahora lo estoy homologando para poder dirigir a nivel del continente americano. Una vez que me termine de atar la última vez los botines y me despida como jugador, quiero empezar. Puedo aportar a los chicos todo lo que he cultivado como jugador. Puedo transmitírselo y eso me agrada muchísimo.

¿Será más ‘cholista’ (tuvo a Simeone en River y Racing) o de Luis Enrique (Celta)?

Me quedo con un poco de todo. Me gustaría tener un poco de Luis Enrique a la hora de jugar, por cómo manejaba el grupo, no solamente con los titulares, sino con los que no jugaban, que nos tenía siempre contentos. Y eso habla muy bien de él también; los que más potencian a los que están jugando son los suplentes porque tienen que apretar desde atrás. De Berizzo también me llevaría su capacidad espectacular para manejar el grupo. El éxito que tuvimos el Celta fue por eso. Si en su momento Berizzo te decía «tírate a un pozo», tú te arrojabas sin mirar. El equipo fue fiel reflejo de aquello. Murió en la semifinal de la Europa League contra el Manchester United con orgullo. Eso sí, seré coherente: lo que no me gusta que me hagan a mí como jugador no lo haré como entrenador.

Mbappé ni siquiera ha viajado a Charlotte

El Real Madrid se enfrenta hoy (21.00/Telecinco y DAZN) al Pachuca en la segunda jornada de la fase de grupos del Mundial de Clubes, un duelo clave. La ‘era Xabi Alonso’ se inició con el empate a uno ante el Al Hilal. «Esto es un proceso, todo lleva su tiempo», expresó el tolosarra.Alonso seguirá sin poder contar con Kylian Mbappé, que no viajó ayer a Charlotte. El francés se ha quedado en Palm Beach (Florida) para seguir con su proceso de recuperación tras la gastroenteritis aguda sufrida esta semana. Mbappé solo realizó dos sesiones de entrenamiento en Florida, el pasado domingo y lunes. A partir de ese momento sufrió un proceso febril que le impidió disputar el partido contra el Al Hilal en Miami. Esa misma noche el francés tuvo que ser hospitalizado y fue dado de alta pocas horas después tras recibir tratamiento.

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