El Bembrive muere en la orilla

Catorce minutos de emoción, de alto nivel de juego del equipo vigués, de darle una vuelta de tuerca al marcador, porque pusieron al Chiloeches contra las cuerdas, merecían algo más. Pero hasta ahí. La Ley de Murphy es inflexible y aplicó desde el calentamiento del partido de ida.

El cuerpo técnico del equipo vigués empezó a perder la eliminatoria con la lesión de Clau y la acabó cediendo entre la madera y la portera rival. Nada que objetar porque en ambos partidos el cuadro de Gael se vació. De hecho, los cinco primeros minutos del Bembrive fueron de juego huracanado, el mismo que se recordaba de la campaña pasada, cuando los partidos estaban vistos para sentencia al quinto minuto.

Las de Gael Madarnas salieron en tromba y a los diez segundos tuvieron una gran acción de Andrea Rivero, con balón que ésta tocaba de tacón para salvar Sandra, atenta. Fue el aviso de salida a la carga. A los 31 segundos, Antía estrellaba su chut en el larguero y al minuto de juego era un disparo de María González el que obligaba a Sandra a emplearse a fondo para desviar a saque de esquina. El Bembrive presionaba, jugaba veloz, combinaba bien y creaba ocasiones ante un rival desarbolado al que sostuvo exclusivamente su guardameta, ayudada por el palo y algún chut verde desviado.

Dos oportunidades viguesas más antes del primer aviso alcarreño: Rivero se anticipaba a Blanca, que se iba sola a 16:14 del descanso. Mar disparaba fuera, “Luca” no cazaba por poco un balón muerto en el área tras rebotes, María también buscaba la portería… El quinteto tuecho intentaba respirar con una carrera de De las Heras, cuyo remate lejano repelió Marina. Había duelo de porteras.

Pero el Chiloeches reaccionó. En un saque de esquina, De las Heras, que también abrió el marcador en su pista, se anticipó para anotar el 0-1. Por el juego desplegado, nada era imposible a 6:39 del paso por vestuarios. Sin embargo, una diagonal exquisita de Jéssica Cruz, “Pitxi”, sobre Rocío, la dejaba sola para fusilar el segundo tanto a 4:56. Adiós. Murphy hizo de las suyas. El Bembrive estaba anímicamente tocado y el Chiloeches, ya sin respiración asistida, aprovechó el golpe anímico para irse 0-4 al descanso.

Con el ascenso sentenciado, el Bembrive se recuperó en el descanso para salir a dar guerra y, al menos, lograr un marcador más apretado. Y las locales lo consiguieron. Dos acciones individuales de Mar (minutos 31 y 39) y un zurdazo de Rivero dejaron el marcador en unos guarismos más justos y en una derrota que llegó con la cabeza alta. Asciende el Chiloeches, aunque esta vez el Bembrive lo tuvo más cerca. El maldito Murphy…