El viaje infinito de José Riveiro

El técnico vigués debuta en el banquillo del Al Ahly egipcio, el mejor equipo de África, en el partido inaugural del torneo ante el Inter de Miami de Messi y Luis Suárez

El vigués José Riveiro, durante un acto junto al trofeo de campeón. |  FDV

El vigués José Riveiro, durante un acto junto al trofeo de campeón. | FDV

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Vigo

A José Riveiro nada le puede sorprender. Alguien que salió de Teis para entrenar cuatro equipos diferentes en Finlandia y luego al Orlando Pirates en Sudáfrica está preparado para que su vida pegue un volantazo en cualquier momento. Y sucedió hace un mes cuando a su teléfono llegó el interés del Al Ahly por hacerse con sus servicios. El equipo egipcio acababa de despedir al técnico suizo Marcel Koller y pensó en Riveiro. El técnico vigués se había ganado una reputación con el Orlando Pirates con el que llegó este año a las semifinales de la Champions africana (un gol a falta de seis minutos les apartó de la final) y al que condujo a la conquista de cinco títulos y tres subcampeonatos de Liga en otras tantas temporada. La llamada del Al Ahly fue tan inesperada como tentadora. El club de El Cairo es el hegemónico en África en la última década como lo demuestran las cuatro Champions ganadas en las seis últimas temporadas. Palabras mayores. Equipo poderoso en lo deportivo, en lo económico y en lo social. El acuerdo llevó a Riveiro a una nueva Liga pero además le colocó de golpe en el partido inaugural del Mundial de Clubes. Será esta madrugada (2:00 de la mañana en España) cuando se estrena en el banquillo de su nuevo club ante el Inter de Miami de Leo Messi, Luis Suárez, Busquets o Jordi Alba. Difícil encontrar un mejor escaparate para el estreno de su etapa en el banquillo aunque a cambio lo hace con el hándicap de pocas sesiones de trabajo para instalar su libreto en un equipo que defendía un estilo con el que no comulgaba en exceso.

Para el técnico vigués el aliciente es enorme. No solo por el hecho de verse esta noche contra Messi sino porque le corresponde liderar al equipo más poderoso de África y de Oriente Medio, un club acostumbrado a ganar, donde la presión es grande. Un salto con respecto a sus anteriores experiencias en los banquillos: «También es ilusionante algo así», explica en Miami antes de su estreno en el torneo.

A Riveiro le preocupan más a estas alturas otras cuestiones que el mero hecho de firmar una mejor o peor participación en el cacareado Mundial de clubes de la FIFA. L principal es introducir al grupo de jugadores que lidera en la nueva filosofía. El suizo Koller era amigo del juego directo o por fuera; Riveiro es más amigo de la asociación y eso obliga a un proceso intenso a disponer de un tiempo que aún no ha tenido. Confía en el éxito de su tarea aunque avisa que «el equipo buscaba jugar más directo, jugadas en las que buscaban con un pase la última línea y, sobre todo, mucho juego por fuera. Es el tipo de fútbol que se ve en el norte de África. Está basado en los extremos, en buscar acciones de uno contra uno y centro, o simplemente hundir, buscar un lateral y meter un centro al área con mucha gente. Y el objetivo es, poquito a poco, no de golpe, llevarlo al equipo que queremos ver en unos meses. Evidentemente, ahora en el Mundial no hay tiempo a que el equipo juegue exactamente a lo que queremos. Intentaremos que en el corto plazo sea mejor equipo del que era, sin tener que transformarlo por completo». Se le acumulan los problemas porque al cambio de país debe añadir el inconveniente de un nuevo idioma, de un modo de vida diferente, de un vestuario distinto al que tenía en Sudáfrica. Es de puro sentido común imaginar que tendrá sus consecuencias en el corto plazo. El Mundial de Clubes no le concede el tiempo que necesita. «Por eso quiero quedarme con la experiencia que vamos a vivir y dentro de eso ofrecer la mejor imagen posible, competir y ver hasta dónde somos capaces de llegar solo con un pocos entrenamientos». Lo dice alguien que no hace muchos años estaba entrenando al Teis en Tercera Autonómica o en A Madroa a chavales que hoy empiezan a llegar al fútbol profesional. Con uno de ellos se verá en unos días también en este Mundial porque Riveiro tuvo durante un corto espacio de tiempo a sus órdenes en alevines a Gabri Veiga, ahora flamante fichaje del Oporto para esta competición. Otro de esos momentos curiosos que la vida te ofrece.

Pues esta noche uno que empezó entrenando al Teis con veinte años preparará un sistema pensado para frustrar el estreno de Messi en el Mundial. Los giros de guion que a veces da la vida y a los que José Riveiro está acostumbrado. Aunque siempre aparece un guionista, como es el caso, con capacidad para sorprender al público.

Tracking Pixel Contents