baloncesto | NBA

El divertido caos de Indiana ante la voracidad de Oklahoma

Los Pacers eliminan a Nueva York y disputarán la final ante los Thunder

Aaron Nesmith, de los Pacers, se cuelga del aro. |  BRIAN SPURLOCK

Aaron Nesmith, de los Pacers, se cuelga del aro. | BRIAN SPURLOCK

fermín de la calle

Sam Presti no era ningún novato cuando aterrizó en Seattle. Venía de trabajar con Gregg Popovich, de descubrir a Tony Parker y de saborear títulos en las oficinas de los Spurs. A Presti siempre le ha fascinado iniciar proyectos, limpiar el tablero y comenzar de nuevo la partida. Él construyó desde los despachos los Thunder que lucharon por el título en 2012, tras draftear a Kevin Durant y Russell Westbrook para reunirlos con James Harden. Y él ha sido el arquitecto del proyecto actual de Oklahoma, acumulando hasta 38 selecciones de draft, 19 en la primera ronda y 19 en la segunda.

Su instinto supo ver en Shai Gilgeous-Alexander a un potencial MVP sobre el que construir un candidato que huele a campeón. Y su paciencia ha sabido esperar el momento justo para encontrarle los mejores compañeros de viaje. Limpió el escenario mandando a Los Ángeles a Paul George y a Houston a Westbrook. Y en el draft de 2022 afinó la puntería apostando en la segunda posición por un 3&D –a jugadores especializados en defender y lanzar triples– de 2,15 metros, Chet Holmgren, y por un tapado, Jalen Williams, 12ª selección. Hoy son los tres pilares de la manada más feroz de la NBA, estos Thunder, que en la madrugada del viernes inician la serie por el título de la NBA contra unos Pacers que enamoran con el baloncesto heterodoxo que lidera Haliburton. Indiana, ayer, se cargaba a los Knicks en la final del Este y volverán a luchar por el anillo de campeón 25 años después.

Los de Indianápolis están liderado por un Haliburton que se debate entre la etiqueta de sobrevalorado y actuaciones como la del cuarto partido de la serie contra Nueva York (32 puntos, 15 asistencias y 12 rebotes). Al escolta de Wiscosin le rodea un ejército de jugadores energéticos que disparan la exigencia física de los partidos: Siakam, Toppin, Turner, Mathurin, Nesmith...

Pese a ser un equipo joven, los Pacers demuestran personalidad con un balance (12-4) en los playoffs, ganando siete partidos como visitantes, a uno del récord de la NBA. Indiana ha sumado más de 130 puntos en dos partidos ante los Knicks, lo que confirma la determinación con la que mueven la pelota buscando el extrapass que encuentre al compañero abierto solo.

El punto de excelencia ofensiva lo marca el protagonismo de Haliburton. Si el escolta mira el aro y se convierte en una amenaza, las opciones se multiplican porque atrae la atención defensiva del rival y eso le permite generar más juego. Pero si está en modo pasivo, los Pacers se desconectan. La dificultad de frenar a Indiana radica es que es impredecible.

Tracking Pixel Contents