Fútbol Sala

Hijo de la marea: Berto Hernández regresa al IES Coruxo

El talentoso alea vigués quiere recobrar impulso tras sufrir una grave lesión

Berto Hernández, en la pista deportiva de Navia donde empezó a jugar al fútbol sala desde niño

Berto Hernández, en la pista deportiva de Navia donde empezó a jugar al fútbol sala desde niño / Marta G. Brea

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Vigo

Posa Berto Hernández en la humilde cancha de Navia donde siendo chiquillo se atrevió a soñar. Escenario y metáfora de la luz que lo alumbró y la luz que persigue. El vigués retorna a su cuna. Recién operado de una fractura, jugará la próxima temporada en el IES Coruxo para recuperar el tono y el brío. Rara vez en el deporte se camina o se escala sin tropiezos ni pausas. Berto, que conoce bien esas quebradas aun antes de cumplir los 24, retrocede para cobrar impulso. Quiere gobernar la marea, el flujo y reflujo de lesiones y mudanzas que ha azotado su carrera. En la escuadra lo han recibido con los brazos abiertos.

«Nuestro club está para que la gente joven lo utilice de trampolín», define el directivo Pablo Torras. Bien alto se impulsó Berto. Jugaba y entrenaba en el Vigo Sporting en 2020, cuando se produjo la triple fusión con IES Coruxo y Vigo F.S. En la temporada 20-21 colaboró en el ascenso a Segunda B como máximo goleador de Tercera. Y en 2022 lo reclutaron para el filial del Jaén Paraíso Interior, campeón de la Copa aquella misma temporada.

Berto Hernández, con las camisetas de Jaén, O Parrulo de Ferrol y Pinatar de Murcia

Berto Hernández, con las camisetas de Jaén, O Parrulo de Ferrol y Pinatar de Murcia / Marta G. Brea

«Fue una experiencia muy buena», valora de su etapa jienense. «Allí aprendí mucho. Me formé y maduré también a nivel personal. Te vas a 1.000 kilómetros solo. En casa se quedan tus padres, tus hermanos, tus amigos...». Lo forjó igualmente el dolor. En su primera campaña sufrió una compleja lesión de abductor que lo tuvo media liga convaleciente.

Recuperado, Berto logró debutar y disputar varios partidos con el primer equipo del Jaén al año siguiente. Disfrutó de la dedicación exclusiva y se abrió puertas. En verano de 2024 lo reclamó O Parrulo, un clásico, en Segunda pero aspirante al ascenso. Expuesto a los caprichos de la fortuna, confiesa: «No salieron las cosas como el club y yo queríamos».

Berto cree más en sí mismo que en lo que consignen los documentos; más en el destino propio que en la clase social de sus equipos. En diciembre negoció la rescisión de su contrato. Se mudó al Zambú Pinatar, también de Segunda pero peleando por la permanencia. La ha conseguido el club murciano, gracias a su impulso pero sin su concurso en las últimas jornadas. El 1 de marzo un jugador del Alzira le partió de una patada el maléolo tibial.

Operado durante el apagón

Berto, con las camisetas de Jaén, O Parrulo y Pinatar.

Berto Hernández, en la pista deportiva de Navia donde empezó a jugar al fútbol sala desde niño / Marta G. Brea

Intervinieron a Berto el lunes 28 de abril. Con los aparatos electrógenos del hospital murciano sobreponiéndose al gran apagón. Y de esa precisa lucha contra la oscuridad nace su decisión. La lesión se ha complicado, aunque lo operasen con éxito. Sigue el ala apoyándose en muletas. «No iba a poder prepararme e iniciar la pretemporada con mis compañeros. Iría descompensado con ellos. No era la mejor manera de seguir a nivel profesional. Vuelvo a casa para recuperarme a nivel físico y mental».

Aunque le quedaba un año de contrato, en el Pinatar han comprendido y apoyado su desvinculación igual que en el IES su reenganche. No lo dudó Torras, que está ejerciendo de director deportivo: «Para nosotros es una suerte. El nivel que tiene nos va a aportar muchísimo».

«Siempre ha sido mi casa. Me han dado mucho y yo a ellos», agradece Berto, que no oculta su plan: «Realizar una buena temporada aquí y salir otra vez al mercado profesional». Aunque tal vez provisional, jamás será un pasajero indiferente cuando se vista de encarnado. Se ofrece para volver a entrenar en categorías inferiores. Está ayudando a Torras en la confección de la plantilla. Admira el milagro de que el IES Coruxo se mantenga en el grupo I de Segunda B durante un lustro, el único junto a Esteo, Guardo y Albense, «sin que la ciudad lo apoye, ni las empresas ni el ayuntamiento, y con jugadores sin ninguna recompensa mientras en los demás clubes cobran salarios o primas».

Berto Hernández, jugador profesional vigués de fútbol sala, ya recuperándose de su lesión

Berto Hernández, jugador profesional vigués de fútbol sala, ya recuperándose de su lesión / Marta G. Brea

El máximo posible

Pese a esas angustias, se muestra ambicioso. La escuadra inicia ciclo. Se ha ido por prioridades íntimas Lucas Fernández, amado por todos, pero se anticipa una transición reglada. Lo reemplaza su ayudante, Javi Santos. Renovará el bloque y se inyectará sangre fresca. «Como celtista, me alegre ver a seis canteranos contra el Rayo. Nuestra idea es la misma, hacer un equipo joven, de Vigo y aunque sea complicado, aspirar a lo máximo posible, como meternos en la Copa». Y que suba la marea.

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