Laura ya lo sueña

«Para lograr algo, primero hay que soñarlo», predicaba Berizzo y es lo mismo que Marcial Romero le ha estado inculcando a Laura Vázquez. La judoka viguesa ha completado su transición a la madurez. Ha sobrevivido a las dudas que acometen a cualquier estrella juvenil cuando esa adolescencia se disipa. Ha superado la decepción que supuso verse excluida de los Juegos de París; una ambición quizá prematura. Ha atravesado esa umbría y se asoma al otro lado convertida en una competidora de élite. Lo quiere demostrar desde hoy en Podgorica, la capital montenegrina, donde se celebra el Europeo. «Si está a su nivel, puede quedar campeona. El tatami lo marcará. Depende sólo de ella», asegura Romero. No importa que lo consiga ya. Importa que ha viajado creyéndolo posible.

Laura, que ya ha ganado el certamen continental en tres ocasiones en etapa de formación –el júnior, en una ocasión; el sub 23, en dos– concluyó 2024 en un gran estado de forma. El primer puesto en el European Open de Roma y el segundo en el de Sarajevo le garantizaron precisamente la plaza en el campeonato que hoy se inicia. Y aunque esta fecha de abril quedó fijada desde entonces como el principal objetivo en los primeros meses de 2025, lo cierto es que la integrante del FAMU ha estabilizado su efervescencia en lo que se había diseñado simplemente como preparación. Aunque no brilló tanto en el Grand Slam de París, dos quintas plazas consecutivas en los de Tashkent (Uzbekistán) y Tiflis (Georgia) también le han anticipado que en junio debute en un Mundial.

Contra las mejores

En esas citas se ha medido a inquilinas fijas del Top 10, ha plantado cara a todas e incluso las ha derrotado. En Tiflis doblegó, por ejemplo, a la neerlandesa Joanne Van Lieshout, vigente campeona mundial desde su triunfo en Doha. «Laura necesitaba sentir que puede conseguir esas cosas. En estos años de lucha a nivel sénior le había faltado dar ese paso», analiza su entrenador. «Está mejor que nunca, confiada, y puede hacerlo muy bien. Lo más importante es que su cabeza está fina. No tiene que mirar con quién pelea, sino hacer lo que debe».

Ya que todavía fuera de las ocho primeras en el ranking, el camino de Laura se empina desde el inicio. Ubicada en la zona A del cuadro de -63 kg, la viguesa se enfrenta en el primer combate a la bosnia Andjela Samardzic; «una rival dura», admite Romero. Si supera esa barrera, su siguiente adversaria saldrá del enfrentamiento entre la checa Renata Zachova, que la venció en cuartos del Europeo júnior de la pandemia, y la israelí Gili Sharir, contra la que acumula una victoria y una derrota. Lo normal es que en cuartos tocase revancha contra Van Lieshout, la única que ha quedado exenta de la primera ronda y clara favorita, en cualquier caso, en la segunda.

«Es gente a la que conocemos bien. Aunque Laura sólo tiene 22 años, acumula ya mucho bagaje», destaca Marcial Romero. «Los dos primeros combates son los importantes porque a partir de ahí ya se puede luchar por medalla». Pero es, insiste el técnico, un planteamiento coyuntural que se inscribe dentro de un proceso de mayor proyección: «Laura ya ha dado el paso. Estamos tranquilos, esperanzados y confiados. Es el comienzo de empezar a luchar por cosas grandes».