Sarai pide un deseo

La capitana destaca: «Recogemos el fruto al trabajo de muchos años»

Sarai, con una tarta por su cumpleaños.

Sarai, con una tarta por su cumpleaños. / Alba Villar

A.A.

Vigo

Treinta años cumplió el día 23 Sarai Samartín. Club y afición se lo celebraron a su capitana con una tarta, que le entregaron a la conclusión del partido de ida contra el Hazena. Sarai solo se recuerda de encarnado durante buena parte de esas tres décadas. Como canterana contempló el ascenso a División de Honor, en 2011; sobre la cancha ha colaborado en el progreso constante del proyecto louriñés, que ha pasado de las angustias iniciales por conservar la categoría a plantar cara a los más poderosos. Estas semifinales europeas premian su fidelidad. Disputar la final, y ganarla, posiblemente haya sido el deseo que expresó en silencio, al soplar las velas.

«Son muchos años en el club, me ha tocado vivir un poco de todo; años buenos y años en los que juegas por evitar el descenso. Llevamos mucho tiempo trabajando muy duro, haciendo las cosas bien, con un proyecto muy estable, que sabíamos que iba a dar sus frutos», analiza la mosense, aunque admite: «Quizá no imaginábamos vernos en esta situación. Lo estamos disfrutando muchísimo, con muchas ganas de seguir adelante y poder jugar una final en casa».

Aún se emociona Sarai si recuerda tanto gentío, de chavalada a ancianos; ese récord de 1.600 espectadores en las gradas. «Lo que hemos vivido el domingo en el Municipal.... Nunca había visto el pabellón así de lleno y el ambiente que se respiraba. Muchísima gente se acercó al pabellón y muchísima lo vio en la tele. Ibas por Porriño estos días, paseando, y todo eran felicitaciones. Es una alegría inmensa. Eso te da un montón de ganas de querer jugar y ganar».

Sarai encabeza a un grupo de canteranas que contribuye a la personalidad del Orbe Zendal: las consolidadas Aitana Santomé y Alica Campo, pero también las inminentes Benaches e Isis, o Aroa Fernández, captada aún joven tras un paso efímero por el Mecalia. «Sin duda la cantera es muy importante en este club. Hemos crecido desde la cantera, siempre ha sido así. Quizás ahora no somos tantas, pero las que estamos podemos ser el reflejo de todas esas niñas que nos ven y saben que con trabajo se puede llegar. Si estamos a día de hoy aquí es gracias a todo el trabajo de entrenadores de base, a todo lo previo. Hay que trabajar mucho para llegar, es difícil pero es posible. Eso es lo que tienen que saber las niñas y el club».

Isma es una figura capital en este proceso. El morrancese regresó en 2019 al Porriño, desde el Novás. En su primera etapa, como técnico de las categorías inferiores, había formado a tiernos talentos que después ha ayudado a cuajar como adultas. «Son muchos años en el club con Sarai, Aitana y Alicia. He tenido la suerte de dirigirlas en las etapas base. Estar viviendo esto con ellas es realmente emotivo. Seguramente más especial de lo que sería para cualquier otro entrenador», resalta el técnico.

Sarai fija en su regreso el inicio de esta etapa dorada: «Estamos recogiendo los frutos del trabajo bien hecho desde hace bastantes años. Cuando entró Isma ese era el objetivo, trabajar de cara al futuro. Está más que conseguido».

La primavera depara retos; no sólo el de esta tarde, sino la pelea liguera. Llegará después el verano, que podría sonar a fin de ciclo. Varias piezas importantes se van. «El cambio es lógico. Sucede en todos los equipos. El proyecto seguirá siendo bueno», garantiza Sarai. «El club está creciendo. No tengo dudas de que irá muy bien».

Tracking Pixel Contents