balonmano | EHF European Cup

«Este es... el partido»

Porriño vela armas para uno de los días más grandes de su deporte. Mañana el conjunto de Isma Martínez juega en su pabellón la ida de la semifinal del torneo europeo ante las checas del Hazena Kynzvart. La idea es, por encima de todo, disfrutar de una tarde histórica.

La plantilla del Porriño celebra con sus aficionados un triunfo en la Copa.

La plantilla del Porriño celebra con sus aficionados un triunfo en la Copa. / FGB

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Vigo

«Este es...el partido». Isma Martínez suelta la frase y no puede contener la risa. Durante semanas, envuelto en ese calendario atolondrado que le hacía saltar de un partido a otro sin apenas tiempo para digerir victorias y derrotas, él mismo reconoció que iba catalogando los compromisos en función de su importancia para regular esfuerzos. Ahora ha llegado al duelo que no admite discusión: «Aquí ya no nos podemos guardar nada. Lo que tenemos hay que entregarlo. Ya descansamos en Elche entre semana y ahora toca ir con todo». Mañana el Conservas Orbe Zendal Porriño afronta una cita con la historia: la ida de las semifinales de la EHF European Cup ante el Hazena Kynzvart checo. Jugará en su pista, en un pabellón que se espera entregado para impulsar a las suyas en un día grande. Para Isma Martínez esa circunstancia le permite cumplir con el objetivo que se plantea al comienzo de temporada: «Puede sonar algo bohemio lo que voy a decir, pero yo al principio de temporada el objetivo que me marco es llenar el pabellón y parece que el domingo vamos a estar cerca de lograrlo. Esa es una de nuestras metas, por lo que significa. La gente nos va a empujar mucho y solo espero que eso ni nos pese ni genere ansiedad. Nuestra gente no va a presionarnos y debemos disfrutar de una tarde así, sentirnos privilegiados por poder vivirlo».

Isma Martínez confiesa que en las últimas semanas le ha hecho la autopsia a cerca de veinte partidos del equipo checo («no queda otra con un equipo que no conoces mucho») y anticipa las líneas maestras de lo que se van a encontrar y de alguno de los antídotos para sus mordeduras: «No es un equipo que dé mucho valor al balón. Corren mucho y las transiciones ofensivas son uno de sus fuertes. Corren y finalizan, es decir, acaban la jugada. Hacer un buen repliegue puede ser nuestro primer triunfo. Luego diría que tienen una portería de enorme nivel con Sabrina Novotna, que es internacional checa, y tiene momentos en que es muy complicado hacerle gol. Además tienen un buen lanzamiento en la izquierda y en las zonas centrales; son un buen equipo que va cuarto en una liga tan exigente como la checa y eso dice mucho de ellas».

El hecho de jugar la vuelta en la República Checa no es algo que al entrenador del Porriño le trastorne mucho pensando en la ida. No quiere obsesionarse con una renta determinada y traza objetivos menos cuantitativos: «Lo quiero es que juguemos bien porque si lo hacemos creo que estaremos en el camino de conseguir una buena renta. Puede que sea una necesidad porque ellas en su pista cambian mucho. El ejemplo lo tenemos en la eliminatoria anterior contra las islandesas: ganaron de once en su pista, pero luego en Islandia en el minuto quince iban diez goles abajo. Por eso creo que nos va a hacer falta una buena renta, pero no es un problema si llegado el caso tuviésemos que ganar allí. La clave es que la eliminatoria esté viva».

El Porriño viene de perder en Liga, pero tiene el recuerdo aún muy próximo del gran desempeño que hicieron en la Copa de la Reina en la que llegaron a las semifinale de donde las descabalgó el Bera Bera (campeón a la postre) en una semifinal que dominaron durante mucho tiempo: «Hicimos una Copa fantástica. Una buena primera eliminatoria y luego fuimos mejores que el Bera Bera durante 45 minutos, pero ellas demostraron que son el mejor equipo y parece que cuando aceleran tienen algo más que el resto. Fue una lástima, pero volvimos de allí muy orgullosos de lo que habíamos conseguido. La derrota en la Copa de la Reina nos ha pasado factura aunque es verdad que en el vestuario podríamos tener cierta sensación de oportunidad perdida por cómo estábamos jugando y por cómo se había quedado el torneo viendo el equipo que se metió en la final por el otro lado (el Beti Onak)». Pero Isma Martínez le da la vuelta a la situación y dibuja un escenario goloso para las porriñesas: «Después de perder la semifinal de Copa podemos pensar que esta es nuestra revancha y el objetivo que tenemos ahora mismo todas es que la que viene ahora sea nuestra final. Las jugadoras han cerrado aquella página y ahora están focalizadas en esta competición».

El técnico moañés, que esta semana repasa menos el excel que susurra los minutos de descanso que pide cada jugadora en función de su desgaste, tiene para el partido de mañana la duda de Daniela Moreno que hace días sufrió una pequeña rotura de fibras en el biceps femoral y cuya recuperación total está pendiente de una última prueba que se le realizará en el entrenamiento de hoy en Porriño. Es la única jugadora que asoma en el parte médico del equipo, aunque Isma ya avisa de que «tengo claro que dentro de una semana hay un partido de vuelta y que no vamos a forzar con el riesgo de perderla luego también en el partido de la República Checa. La joven Isis Moreno, de solo diecisiete años, entrará en la lista en caso de que Daniela no llegue a tiempo de saltar mañana a un pabellón que tiene la misión de generar la atmósfera que lleve al Porriño a la puerta de entrada de la primera final europea del balonmano gallego.

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