Casasola apaga la rebelión griega

En el deporte no hay misión sencilla, ni tarea rutinaria alguna. Podía pensarse del Conservas Orbe Zendal Porriño después de haber superado al Ionias por ocho goles de diferencia en el partido de ida jugado el sábado en Atenas dentro de los cuartos de final de la EHF European Cup. Una victoria rotunda, clara, que podía invitar al error de convertir en un trámite el segundo de los duelos. Porque el Porriño se encontró un escenario completamente diferente y un problema que desentrañar para certificar su presencia entre los cuatro mejores de la competición. Sucedió en el arranque del segundo tiempo cuando el Ionias, después de llegar al descanso con un alentador 15-12, se puso en su primer ataque con cuatro goles de ventaja tras un tanto de Stougiannidou. El Porriño falló su siguiente oportunidad y las griegas atacaron para que su ventaja fuese de cinco goles con todo un mundo por delante. Paró Ayelén y en la siguiente descarga apareció la figura de Micaela Casasola para someter la rebelión griega. La argentina, bien secundada en tramos del partido por sus compañeras, asumió la responsabilidad para en una segunda parte extraordinaria liquidar la resistencia del Ionias que peleó por agarrarse al partido, se sostuvo por delante del marcador durante un buen tramo, pero acabó cediendo en los últimos minutos. Era el consuelo que le quedaba en ese momento porque el billete para las semifinales hacía tiempo que ya estaba sellado por las porriñesas.

Nada hacía pensar que la eliminatoria aún iba a ofrecer momentos de cierta tensión. Porque además de la ventaja del partido de ida el Porriño irrumpió en la pista del AEK Atenas (donde se trasladó la eliminatoria) con la intención de agilizar los trámites. Se puso con un 1-5 liderado en esos minutos iniciales por Paulina Buforn (inédita en el partido de ida). Parecía la puntilla para las griegas que ya se veían un mundo por detrás del equipo de Isma Martínez que a partir de ese momento, entró en una mala dinámica. Las griegas, de la mano de Tsakalou sobre todo, fueron generando buenas situaciones de tiro, apretando en defensa (bastante permisivos los árbitros) y concediéndose una oportunidad. Mediada la primera parte habían igualado el partido y eso sacó al Porriño del partido que hasta el descanso se hizo irreconocible. Las griegas, llevadas por la adrenalina, advirtieron las dudas en las gallegas y cargaron con más intensidad para llegar al descanso con ese 15-12 que obligaba a enceder las alarmas y apretar los dientes para no generar un escenario que media hora antes parecía inimaginable. Llegó el 16-12 y a partir de entonces la mano de Micaela Casasola puso las cosas en su sitio. En esa travesía por la segunda parte la argentina anotó cuatro goles consecutivos que acabaron con las esperanzas griegas que a partir de entonces ya se preocuparon por llevarse al menos la victoria en el partido. Pero también eso le negó el Conservas Orbe Zendal. El balonmano porriñés estará en las semifinales de un torneo europeo. Todo un acontecimiento.