voleibol

El deporte vigués pierde a un pionero

Fallece Camilo Rodríguez, miembro del histórico El Pilar que logró el ascenso a División de Honor en 1972 y primer gallego de la historia que llegó a ser internacional

Camilo, arriba con el 10, con el histórico equipo de El Pilar.

Camilo, arriba con el 10, con el histórico equipo de El Pilar. / FDV

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

El deporte vigués llora la pérdida de uno de sus gigantes. Camilo Rodríguez, referente del voleibol gallego, uno de los nombres sin los que resulta imposible explicar la historia de este deporte en la ciudad, falleció el sábado a los 72 años de edad. La noticia de su pérdida cubrió de tristeza a todos los que tuvieron la oportunidad de conocerle en vida. Tan buen deportista como persona.

Camilo Rodríguez fue uno de los pioneros del voleibol gallego en un tiempo de escasez, de aventuras. Formó parte de un equipo inolvidable, el de El Pilar (germen del actual Club Voleibol Vigo) que a comienzos de los años setenta consiguió llevar a Vigo a la División de Honor de este deporte. Floriano Fernández, con la ayuda del hermano Miguel, había organizado en 1969 un equipo juvenil con sus compañeros de Maristas y a esa formación llegó Camilo Rodríguez que poco antes había tenido en el Alba su primer contacto con el voleibol gracias a Lalo Vázquez Gil que introdujo el deporte en aquel centro escolar. Por allí también aparecieron Fuentes, Concha, Ríos, Collazo, Hevia, Muñoz y Fernando del Río para formar un equipo antológico que en 1972 logró en Bilbao el ascenso a la máxima categoría, un acontecimiento en la ciudad.

Camilo era posiblemente el jugador más sobresaliente de todos ellos hasta el punto de que poco después se convirtió en el primer jugador gallego en ser convocado por la selección absoluta de voleibol (ya había estado con los juveniles) para disputar en Suecia la Spring Cup. No ha tenido muchos Galicia a lo largo de la historia, pero Camilo fue el primero en obligar al seleccionador nacional a volver la vista hacia esta esquina del país.

Camilo no duró demasiado en el voleibol porque solo unos años después de aquel ascenso histórico se apartó del deporte aunque durante aquel tiempo demostró un nivel extraordinario como ponía en evidencia gracias a sus condiciones atléticas formidables. Pero aquella semilla germinó en amistades y lealtades que duraron toda la vida y que hoy lamentan la pérdida de uno de aquellos deportistas que enseñaron el camino a generaciones enteras y les hicieron comprender que no había nada imposible.

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