Fútbol | Primera División

El Barça, al límite con Dani Olmo

Laporta trata de salvar la inscripción del jugador pendiente de la vista judicial de hoy

Dani Olmo, ayer, firmando autógrafos. |  Enric Fontcuberta

Dani Olmo, ayer, firmando autógrafos. | Enric Fontcuberta

Laia Bonals

Un rato después de que Joan Laporta, vestido con primaveral traje claro, volviera junto a sus adeptos desde Dubai, donde ha estado tratando de poner en marcha la última jugada maestra de su ininterpretable mandato, familias enteras poblaban las gradas del Estadi Johan Cruyff. Allí se celebró ayer la tradicional jornada navideña de puertas abiertas, donde los niños, además de adorar al todavía lesionado Lamine Yamal, pudieron fijar su atención en Dani Olmo. Quizá, por si no volvieran a verlo con el escudo azulgrana tras no ser capaz la entidad de cumplir con la normativa del fair play financiero.

Hoy tiene lugar en un juzgado de instrucción de Barcelona una nueva vista que permita al club azulgrana mantener inscrito cautelarmente a Dani Olmo, el fichaje estrella del verano pasado, en una maniobra judicial que resultó ya fallida en el mismo juzgado mercantil que en su día permitió a Gavi seguir inscrito. En la misma situación de Olmo se encuentra Pau Víctor, aunque su situación no inquieta tanto al Barcelona. Ya no solo por un tema mediático y de desprestigio, sino porque Olmo, de no ser inscrito antes de que se cumpla el plazo el 1 de enero, puede activar una cláusula por la que quedará libre. Además, el Barça perdería toda opción de poder inscribirlo al prohibir la normativa hacerlo dos veces en una misma temporada.

Así que el Barcelona tuvo que acelerar este fin de semana la venta de más activos, en este caso paquetes de localidades VIP del futuro Spotify Camp Nou. El club azulgrana necesita, al menos, 60 millones de euros, y que LaLiga pueda acreditar –antes de la medianoche del 31 de diciembre– esos ingresos una vez recibida la documentación.

Mientras tanto, en la mañana del domingo, el equipo volvió de las vacaciones de Navidad. Si Joan Laporta no consigue in extremis su inscripción, el entrenamiento de ayer podría ser la última vez que los aficionados azulgranas vean a Dani Olmo con su chándal azulgrana. Esa era la inquietud que planeaba en el ambiente festivo del estadio. El futbolista fue de los primeros en salir al campo, tras Hansi Flick, que lideraba la expedición.

Empezó el runrún en las gradas segundos antes de que Lamine Yamal, recién llegado también de Dubai, apareciera por el túnel de vestuarios. A su estela, los otros tres ausentes en la sesión: Ferran Torres, Marc Bernal y Héctor Fort. Con ellos sobre el verde se dio por terminado el entrenamiento y llegó el momento más esperado: los balones volaron hasta las gradas y hubo firmas y fotos. Una mañana de ilusión en un Barça siempre al borde del precipicio.

Tracking Pixel Contents