Polideportivo
La mirada limpia
El imprescindible Eugenio Álvarez ha publicado Los deportes de Vigo y su área metropolitana, un libro de fotografía que resume 15 años de alineaciones, partidos, campeonatos, canchas y personajes. Los beneficios de su venta se entregarán a diversas asociaciones benéficas.
Nada existe si nadie lo observa. Eugenio Álvarez no solo atrapa vida y la conserva. También la genera. Siempre está allí, en la banda y la grada, eternizando instantes que de otra forma se habrían perdido. Bajito y tenaz como aquel Arthur H. Fellig, alias Weegee, que acudía el primero a los accidentes y crímenes en el Nueva York de mediados del siglo XX, Eugenio añade la sonrisa y la bondad a su testimonio permanente del deporte olívico. Una mirada limpia que ha condensado en su libro Los deportes de Vigo y su área metropolitana, recién editado para el recuerdo y el altruismo.
A fuerza de estar presente, se le da por supuesto y aún pareciera que no lo atraviesan los años. También a él le cuesta rememorarse sin una cámara en las manos. En la inicial, una Nerasport de 300 pesetas, empleó parte de sus primeros salarios, a los 14 años. Con el resto se sacó el abono del Celta. Dos de sus pasiones, así secantes y pronto coincidentes. Realidad y representación.
Eugenio, que jugaba a fútbol, organizó exposiciones de imágenes de la naturaleza –«me gustaban mucho», confirma– antes de centrarse más en lo específicamente céltico y lo genéricamente deportivo, cumplida ya la treintena. José Luis Mosquera, delantero celeste, le pidó que lo fotografiase y grabase durante los partidos. El propio Mosquera le facilitó el acceso a Balaídos. Corría la temporada 91-92. Eugenio descendió así a un césped que ya nunca ha abandonado, aunque su relación con el club haya ido variando.
A Horacio Gómez y sus directivos les cayó bien aquel fan pasional, hiperactivo y bien dispuesto, convertido incluso en una figura reconocible para los aficionados. El club lo contrató como fotógrafo oficial. Después, como conserje en la sede de Praza de España y hombre para todo a las órdenes del Chato González, que regentaba las instalaciones. Eugenio viajó por toda Europa, recopilando las glorias célticas igual que las tristezas.
Esa etapa concluyó con el acceso a la presidencia de Carlos Mouriño, en el verano de 2006, y el despido de antiguos empleados. Ningún rencor lo ha alejado del Celta. Siguió asistiendo a los partidos, acreditado por la revista Don Balón, y hoy vuelve a figurar como colaborador del club, aunque sin sueldo. Estima en 48.000 las fotos que ha sacado de materia celeste.
Pero no ha sido Balaídos su único escenario. El periodista Lino Blanco, fallecido en marzo de 2022, lo enroló para Campeones, de FARO. Por alimentar las entrevistas y reportajes de ese suplemento polideportivo, dedicado a las canteras y los modestos, recorrería Eugenio «campos, pistas, pabellones... De todo», enumera.
Eugenio ha ido combinando su vocación fotográfica con los oficios de su sostén. Trabajó en Vegonsa durante 26 años, realizó transportes en furgoneta para la hostelería, amasó pan e incluso montó campos de hierba sintética por toda Galicia para la empresa de Guillermo Villar. A la vez, se dedicaba a su familia y especialmente a su hija Jessica, que nació con parálisis cerebral.
La idea del libro le surgió como proyecto de jubilación. Aún cumplirá los 65 en enero. Se ha anticipado porque Eugenio, tal es su signo, ha extraído lo provechoso de una desgracia: un tumor cancerígeno en la lengua. «Al no estar trabajando, para entretenerme», explica de su génesis. De la enfermedad, que a día de hoy ha superado, además de un deje en el hablar, le ha quedado Los deportes de Vigo y su área metropolitana.
Son 1.200 escenas en formato cromo, fechadas de 2010 en adelante, y distribuidas temáticamente a lo largo de 176 páginas: deportes, colectivos, eventos, torneos y personas, algunas ya desaparecidas. De la imprenta han salido 2.500 ejemplares, que están a la venta en las cafeterías La Praderita y Las Gradas y en sus estands lógicos: los campos de Santa Mariña, Castrelos, Coruxo, Candeán, Teis, A Guía…
La publicación incluye un componente ineludible. «Mientras viva, todo lo que haga serán cosas solidarias», comenta Eugenio, que regenta la tómbola de Vigolandia y que fue capaz de recaudar en dos días 9.000 euros para San Francisco y 9.000 para San Rafael. «Más de 200.000 llevo entregado a asociaciones», calcula.
En esta ocasión, cuando cubra los gastos, los ingresos del libro, apoyado por los concellos de Vigo y Redondela, se repartirán entre Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (Apamp) –a la que pertenece Jessica–, Asociación de Freijeiro de Ayuda al Necesitado (AFAN) –«la que más me urge»– y la Asociación de Donantes y Receptores de Órganos de Vigo (Adrovi), a cuyo presidente elogia: «Celso García anda por ahí, gastando pasta de su bolsillo, y ha conseguido que Galicia sea la comunidad con más donantes». Y ya mastica su siguiente proyecto editorial, sobre las peñas del Celta –él comanda Canteira Celtista–. «Ayudaré a Aldeas Infantiles», promete Eugenio, a quien define como técnica fotográfica la de esa preciosa alma con que aprieta el botón.
- Insólita demanda en Vigo: una menor se suma a la denuncia de su madre para exigir conciliación
- Hallan el cadáver del joven desaparecido en Silleda
- Rescatan el cuerpo sin vida de un marinero sobre un barco en Cangas
- Un fugitivo arrepentido se entrega a la policía local de Vigo: «Quiero entrar en prisión»
- ¿Cuánto cobra una enfermera según la comunidad en la que trabaje? Hasta mil euros de diferencia y con Galicia a la cola
- Siete albaneses detenidos e intervenidas una narcolancha y una importante cantidad de cocaína en un operativo en Vilanova de Arousa
- Salen a la luz nuevos datos sobre el estado de salud de la hija de Anabel Pantoja: «Un pronóstico serio y grave»
- Una familia de cinco generaciones en Aldán