Balonmano - División de Honor Femenina

Con mano izquierda

Paulina Pérez Buforn, que en Granollers anotó 13 goles, clave en un Conservas Orbe Rubensa que está firmando la mejor campaña de su historia

Paulina Pérez Buforn, en uno de sus clásicos lanzamientos.

Paulina Pérez Buforn, en uno de sus clásicos lanzamientos. / Alba Villar

Armando Álvarez

Armando Álvarez

VIGO

La Liga Guerreras Iberdrola se reanuda tras los compromisos de la selección. El Conservas Orbe Rubensa recibirá el sábado (18:00) al Elda Prestigio. La escuadra porriñesa afronta las tres últimas jornadas de fase regular desde la cuarta posición. Defiende el factor cancha de cara a cuartos de final, en el play off por el título, y aún aspira a escalar en este esprint. “El partido de Granollers va a marcar el final de liga. De sacarlo podemos soñar con todo”, había arengado el entrenador, Isma Martínez, antes del parón. Lo sacaron. Sueñan con todo. Y en gran medida se debe a la zurda prodigiosa de Paulina Pérez Buforn.

La actuación de la ibicenca en el Palau d’Esports vallesano persiste en el eco de su asombro. El resultado en el Palau d’Esports mueve a engaño: 22-28. Al descanso, las locales ganaban 10-8. Buforn había mantenido vivo al Orbe Rubensa con cinco tantos. Y lideró la remontada tras la reanudación con otros ocho. “No sé cuál es mi récord. No debe andar muy allá”, estima de sus trece totales. “Tuve buenas sensaciones en cuanto a la lectura del partido. El rival tiene una defensa que me gusta; muy proactiva, pero que también genera muchos espacios”, analiza.

“No supimos salir con la intensidad y la concentración que se requería”, admite. Costó sacudirse el entumecimiento del viaje: madrugón, avión, llegada apresurada... “A veces, en los días con desplazamiento difícil, cuesta un poco más meterse. Forma parte de esa realidad del balonmano que no siempre se puede apreciar”. Ella aprovechó incluso que no salió en el siete titular, ni siquiera en los primeros ataques, para exprimir su calentamiento.

Su porcentaje de acierto bordeó la perfección. Al aleteo de su brazo le seguía la vibración de las redes disgustando a la portera; en general, desde circulaciones amplias, con un armado clásico en salto y variedad en las localizaciones. Buforn recuerda, no obstante, que cada tiro se ubica en el contexto que los sistemas colectivos han generado: “Nuestras pivotes realizaron un trabajo excelente. Más allá de recibir muchos balones y anotar, estuvieron muy acertadas generando los espacios”.

Eficacia en siete metros

“Al encontrarme tan cómoda en el lanzamiento y con acierto, lo forcé un poquito más de lo habitual. Suelo estar más centrada en lo que se puede generar, en los minutos calientes, en la toma de decisiones...”, explica. Buforn, decimotercera mejor artillera de la categoría con 4 goles de promedio, marcó trece esta vez, en resumen, porque convenía. Y con una exhibición de técnica y eficacia –cinco de cinco– en los penaltis. “Este año no tengo un rol protagonista desde siete metros. Entre las diez goleadoras de División de Honor nunca hay una jugadora que no sea lanzadora de siete metros en su equipo.Lo respeto mucho. Hay que lanzarlos muchas veces en situaciones complicadas. Me siento cómoda ahí pero también otras compañeras, para las que es importante y que lo hacen con acierto.

Ella nos sirvió de guía”, condensa Isma Martínez, que acota: “Hizo trece goles, pero es que además repartió muchas asistencias. La liberamos un poco de la defensa para no desgastarla, pero también nos hubiera aportado a ese nivel. Está en un momento de forma excepcional”. No reclama el foco en la finalización, pero lo asume si la situación lo exige. E igual se sacrifica en la contención. El perfil ideal para cualquier entrenador: “Los calificativos se nos quedan cortos. Es una pedazo de profesional, una jugadora que se cuida muchísimo, una deportista desde que se levanta hasta que se acuesta. Gente así es importante para que los jóvenes la tengan como referencia”.

El estado de forma de la balear, que en enero cumplió 27 años, no le ha pasado desapercibido al seleccionador. Ambros Martín la hizo debutar en diciembre, se la llevó al reciente Mundial y la ha mantenido en el inicio del nuevo ciclo. Buforn no ha descansado estos días. Ha participado en una doble victoria sobre Macedonia del Norte (19-31 y 24-20) que ha asegurado la clasificación para el próximo Europeo. Cierto que desde un papel más secundario; desconvocada en el primer partido, sí dispuso de minutos en el segundo. “Estoy ilusionada y orgullosa de cada oportunidad. Por eso las estoy exprimiendo al máximo”, comenta la primera línea. “Es muy difícil consolidarse cuando hablamos del alto rendimiento”.

Paulina Pérez Buforn.

Paulina Pérez Buforn. / Alba Villar

Restan dos jornadas, de simple trámite, en esta fase clasificatoria; a domicilio contra Lituania y precisamente en Porriño ante Azerbaiyán el 7 de abril. “Ese partido podría ser especial por mi vínculo con Galicia y mi club, pero tengo que centrarme en ofrecer mi mejor versión y que eso sea lo que el equipo nacional necesite. Quienes lo están viviendo conmigo saben que voy día a día, que lo que he vivido ha sido increíble y que trabajo para que llegue la siguiente ocasión, ojalá en casa”. Después se calenda otro compromiso crucial: el Preolímpico, con la plaza para París en liza, del 11 al 14 de abril en Torrevieja.

“Me alegro mucho de todo lo bueno que le pase”, se ufana Isma Martínez. “Cada vez que la convocan con la selección española es una alegría común para el grupo. Lo celebramos todos. La apoyamos, independientemente del rol que ocupe en la selección,que yo creo que puede ser muy importante. Lo hará bien en el lateral y el extremo”.

Buforn guarda el traje de “guerrera” en el armario y retoma la casaca del Orbe Rubensa. “Estamos mejorando la anterior temporada, que fue un temporadón. Nos queda estar muy orgullosas y por supuesto apretar”, evalúa. Alude a un crecimiento mental que se traduce en la cancha: “Ya tenemos la sensación de que podemos ganar, que era algo importante para nosotras. Hemos empezado a demostrarlo. El equipo está madurando. Tiene que ver con el pedazo de trabajo diario y de preparación de partido que nos plantea Isma. Y también con que el grupo es muy bueno a la hora de que cada una sepa asumir sus responsabilidades”.

Un proyecto en crecimiento

Buforn pudo evaluar al Orbe Rubensa desde la vecindad del Mecalia Guardés, en el que militó de 2018 a 2021. Decidió regresar a Galicia, aunque fuese 40 kilómetros al norte, en 2022, tras una decepcionante experiencia en el Fleury francés. Y ha comprobado las sólidas raíces del club louriñés. “Yo sí que nos veo con opciones reales de ganar algún título. La Copa de la Reina es un buen torneo para nosotras. En cuanto la Liga, habrá que ver cómo llegamos a final de temporada. Somos una plantilla corta y eso se nota con respecto a otras con más posibilidad de rotación”.

Le agrada el proyecto, en todo caso, y su futuro particular apunta a la renovación. “Percibo cómo crecemos partido a partido. Desde dentro lo estoy viviendo con mucha ilusión. Desde fuera, siempre noté que era un sitio donde se trabajaba bien. Fue uno de los motivos que me llevaron a estar aquí y que hacen que quiera seguir estando aquí”. Isma Martínez, obviamente, valida ese deseo: “Con gente así da gusto. Espero poder seguir trabajando con ella. Me consta que tanto el club como ella están haciendo un esfuerzo para que sea así. Ojalá fructifique y sigamos disfrutando de Paulina una temporada más”.

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