Motociclismo - Gran Premio de Malasia
Acosta culmina un año impecable
El ‘tiburón de Mazarrón’ aprovechó un despiste de Arbolino - Se alza a sus 19 años con el título de la categoría intermedia tras haber ganado el de Moto3 en 2021

Pedro Costa celebra el título con su equipo. | // HASNOOR HUSSAIN / Emilio Pérez de Rozas
Emilio Pérez de Rozas
El joven piloto murciano Pedro Acosta (KTM), de 19 años, campeón del mundo de Moto3 hace apenas dos años, conquistó ayer, de forma muy solvente y brillante, el título mundial de Moto2 al acabar segundo el Gran Premio de Malasia, que se celebró en el caluroso trazado de Sepang, tras un no menos impresionante Fermín Aldeguer (Kalex), que repitió triunfo tras Tailandia. Acosta se convirtió en el español nº 24 que conquista el título nº 58 para el motociclismo español.
Acosta, que desde la misma salida se colocó detrás de Aldeguer, que dominó con determinación la carrera de principio a fin, empezó a proclamarse nuevo campeón del mundo de la categoría intermedia cuando el único que le podía retrasar la coronación, el italiano Tony Arbolino (Kalex), se despistó en una curva, se complicó la maniobra, casi se va al suelo y quedó relegado a las últimas posiciones, dejando que el tiburón de Mazarrón fuese ya celebrando el título mientras seguía a Aldeguer.
Pedro Acosta, que con este título ha conseguido algo que no ha logrado nadie en la historia, dos títulos y salto a MotoGP en 30 meses desde su debut en el Mundial, ha ganado siete grandes premios y se ha subido al podio en 14 carreras de las 18 disputadas hasta el momento, recuperado el liderato en el GP de Inglaterra y ya no moviéndose en el resto de temporada.
El tiburón de Mazarrón celebró el título con toda su familia, sus padres, Pedro y Mercedes, y su hermana Miriam, que le esperaban en una de las curvas de Sepang, en una carrera que tuvo triplete en el podio con Aldeguer, Acosta y Marcos Ramírez. “¿Chulito Pedro? ¡Pero qué dice!, Pedro es la bondad personificada. Un trozo de pan bendito. Humilde como pocos, lo que pasa es que él dice así, de pronto, lo que piensa, no lo que quiere la gente. No tiene maldad alguna ¡pero si tiene 16 años! ¡no ven que es un niño!”. Esto es lo que dijo Pedro Acosta, padre de Pedro Acosta, hijo de Pedro Acosta, nieto de Pedro Acosta, pescador de bajura, sobre su hijo antes de la carrera que le coronó. A Pedro, de 48 años, y a su esposa Mercedes, de 46, y a sus hijas María del Mar, de 31 y Miriam, de 23, el hecho de que el pequeño de la familia haya revolucionado su mundo les tiene un poco alarmados. Porque a ellos, desde que el tiburón se convirtió en el primer piloto en 72 años de historia del Mundial de motociclismo que se subía al podio en sus primeras cuatro carreras (tres victorias y un segundo puesto), les ha cambiado la vida.
Cuando Pedrito, con 5 años, llegó de la escuela y vio la moto que le habían comprado se le iluminaron los ojos. Papá le compró un casco. Y se lo llevó al descampado de un amigo, a dar vueltas. Después de un buen rato, el peque se detuvo delante de su padre y le dijo “papá, esta moto no va bien, no para de dar botes”. “Venga, venga, tira y sigue”, le dijo Pedro, el grande. Pero el niño volvió a detenerse al poco. “Que no, papá, que no va bien”. Pedro la miró y descubrió que el chasis se había partido en dos.
Tras aquella mini experiencia, el tiburón dejó de confiar en las motos y papá lo apuntó a taekwondo. Solo fue a una clase. Pero un día, papá volvió a llevárselo al circuito de Cartagena, justo cuando Paco Mármol, el gran Pakote, estrenaba su escuela de pilotos. Y el tiburón decidió apuntarse. “Cuando vi que el primer día de clase, todos los niños tocaban con la rodilla en el suelo, me dije ‘mi Pedro no va a tocar nunca con la rodilla en el suelo’”. Pakote se acercó a papá y le dijo: “Quédese usted, en cinco vueltas ya está tocando con las rodillas en el suelo”. Y así ocurrió. “Todo para ti”, le dijo el pescador a Mármol. Hasta hoy, lleno de éxitos.
Bagnaia frena la sangría de puntos con Jorge Martín
En una de las carreras más aburridas de la temporada, el italiano Enea Bastianini, muy cuestionado en el equipo oficial Ducati Corse, logra la victoria; lógico el triunfo después de que, durante las primeras vueltas, protagonizase una dura lucha con Pecco Bagnaia y Àlex Márquez, ganador en la carrera al sprint del sábado. Bagnaia y Martín viajarán así hacia Doha (Catar), donde esta semana se disputará la penúltima carrera de la temporada, previa a la fiesta final de Cheste (Valencia), separados por solo 14 puntos, cuando restarán aún 74 puntos en juego. El dominio de Ducati sigue siempre impresionante, copando el podio con tres de sus Desmosedici. “He tenido un problema con el neumático delantero; bueno, problema no pero se ha ido calentando en exceso demasiado pronto y he tenido que aflojar. Me ha sido imposible seguir a Enea (Bastianini), Àlex (Márquez) y Pecco (Bagnaia), que es lo que más me duele, pues evidentemente no quería ese puesto, sino pelear por la victoria y el podio” señaló Martinator al concluir la carrera. “Pero, mira, me acabo de enterar que, matemáticamente, ya soy subcampeón del mundo, eso que me llevo”, añadió. “Sin duda, una ventaja de 14 puntos es mejor que nada o que estar persiguiendo y, si fuese una temporada normal, con una carrera por fin de semana, sería una buena distancia, pero como se reparten 37 puntos cada fin de semana no es tanto”, apuntó Bagnaia.
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