El Real Madrid se proclamó ayer vencedor de la Supercopa Endesa disputada en el Palacio de los Deportes de Murcia al imponerse al Unicaja Málaga (81-88). El conjunto blanco impuso su ritmo en la primera mitad y supo sufrir en la segunda ante un rival que, pese a las ausencias en su plantilla en el juego interior, plantó cara hasta el último momento y le puso contra las cuerdas durante un tercer cuarto en el que evaporó los 13 puntos de ventaja con los que el Real Madrid llegó al descanso.
