Final épico en la Volta a Galicia. Seis años después, un corredor gallego volvió a imponerse en la prueba. El arousano Martín Rey (Padronés-Cortizo), de 20 años, se coronó en la Praza de España de Pontevedra como el ganador más joven de la historia de la ronda tras recuperar en los últimos metros un maillot amarillo que virtualmente tenía perdido. Fue un final de infarto por las calles pontevedresas.
El ciclista de Vilagarcía llegaba a la etapa definitiva como líder, pero con poco más de un segundo sobre Samuel Fernández (Caja Rural Alea) y cinco sobre Pablo Ara (Rías Baixas). Rey, en la crono del primer día, había perdido cuatro segundos por culpa de un vehículo que entorpecía la llegada y rezaba para que esa diferencia no resultase determinante.
La jornada final trascurrió con relativa calma hasta la subida al Lago de Castiñeiras. Las escapadas que se habían generado hasta ese momento no suponían una amenaza para el liderato. Sin embargo, en el último kilómetro del ascenso, Samuel Fernández lanzó un ataque para abrir hueco con el grupo del líder y coronar el puerto con 15 segundos de ventaja. En el descenso, Sergio Chumil se salía de la vía y, aunque lograba reengancharse a la carrera, veía truncadas sus aspiraciones de podio.
Samuel Fernández ampliaba las diferencias hasta los 30 segundos en el Alto do Pituco. Restaban nueve kilómetros y Martín Rey, impulsado por Alejandro Paz y Sinuhé Fernández, aceleraba el ritmo para intentar neutralizar la escapada. A poco más de un kilómetro para el final, Samuel Fernández se desviaba unos segundos del recorrido debido a un error en la señalización, pero lograba corregir y afrontar los últimos metros con una ventaja de 10 segundos que parecían insalvables. Sin embargo, Rey lanzó un explosivo ataque en las rampas que conducían a la Praza de España y cazaba a Fernández sobre la línea de meta. Daniel Cavia (Gomur) se hacía con el triunfo de etapa y el de Vilagarcía, segundo, firmaba el primer triunfo gallego en la general desde 2017. “Ha sido increíble. Es un sueño hecho realidad”, exclamaba.