Antía Jácome, coleccionista de medallas

A Antía Jácome la van a multar por exceso de equipaje en el vieja de vuelta desde Duisburgo donde este fin de semana ha confirmado que es una estrella del deporte español y seguramente el gran referente para Galicia durante los próximos diez años. La pontevedresa, un prodigio de potencia, consiguió ayer su tercera medalla de plata en este Mundial y aseguró la presencia de otro barco en los Juegos Olímpicos de París. Si el viernes se encargó ella sola de clasificar al C1 200, ayer junto a la madrileña María Corbera aseguró la presencia del C2 500 en la cita de dentro de un año en Francia. Por mucho que el reglamento diga que ahora la Federación Española debe definir de qué manera se decide quién se sube a ese C2 es evidente que serán Jácome y Corbera porque no hay en España nadie que puede ponerse a su lado para competir. La gallega estará de este modo en los Juegos en el barco de equipo y seguramente en la prueba individual aunque para eso sí es previsible que haya un selectivo en el que se tenga que enfrentar a María Corbera. Sucedió hace meses de cara a este Mundial y Jácome se impuso con cierta holgura.

Ayer otra vez China (con un tiempo de 1:52.775) evitó la victoria de Antía Jácome y María Corbera (1:52.916), lo mismo que sucedió en el C2 200 (distancia que no es límpica) el día antes. La gallega y la madrileña se distanciaron de sus perseguidores y parecían lejos de las chinas hasta los últimos cien metros en los que subieron de frecuencia y estuvieron a punto de superarlas después de que las orientales fallasen en sus últimas paladas. A poco más de una décima se quedaron de ese oro que buscarán en las próximas pruebas internacionales y, con suerte, en los Juegos de dentro de un año. Jácome se marcha por lo tanto con tres medallas de plata: las dos en el C2 y la del C1.

La otra gran noticia llegó en una prueba que no forma parte del programa olímpico. El cangués Pablo Graña, el arousano Manuel Fontán y el pontevedrés Adrián Sieiro, junto al mallorquín Joan Antonio Moreno revalidaron con autoridad su título mundial en el C4 500. Se mantuvieron en cabeza desde el principio y cubrieron la distancia en 1:30.808, muy por delante del 1:32.373 de Polonia y del 1:32.725 de Ucrania, que completaron el podio.

También llegó en otra prueba no olímpica, el K2 1.000, el otro oro de la jornada. Vázquez, asturiano afincado en Tui donde compite para el Kayak Tudense, y Peña tomaron la delantera pasada la mitad de la prueba y llegaron a meta con 3:11.512, por delante de los kayak de Hungría, 3:12.366, y de Alemania, 3:13.550.

Los pontevedreses Pablo Crespo y Martín Jácome alcanzaron la cuarta posición en la final de C2 1000 metros, exhibiendo una carrera en la que fueron ganando terreno progresivamente, llegando a tan solo 40 milésimas del podio. La victoria en esta carrera correspondió al equipo italiano. En la final de C1 1000 metros femeninos, Cristina Soutelo, se ubicó en la octava posición en una competición de alto nivel.