Fútbol

Las doce apóstolas

El Balaídos busca la identidad de las pioneras que compusieron su equipo femenino hace medio siglo

Las componentes del equipo femenino del Balaídos en la temporada 72-73, cuyos nombres se intenta averiguar.

Las componentes del equipo femenino del Balaídos en la temporada 72-73, cuyos nombres se intenta averiguar. / Armando Álvarez

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Observan a quienes las observan desde la lejanía de medio siglo. Rostros jóvenes, entre sonrientes y serios. De manga extendida o arremangadas. Con coleta doble o flequillo. La época se nota igualmente en el paño de las camisetas y el pantalón acampanado. Probablemente no hubiese botas adecuadas para ellas, así que todas calzan tenis o zapatillas. Pisaban con ellas un territorio inexplorado a la vez que la tierra del campo de Lagares. José Luis Otero Rodríguez, que fue socio y colaborador del Balaídos C.F., encontró hace años una foto que lo ha fascinado desde entonces. Retrata la formación del equipo femenino del club en la temporada 72-73, en tiempos de acceso restringido para las mujeres a la práctica del fútbol. Doce apóstolas expandiendo la buena nueva. Otero ha decidido ponerle nombre a esos rostros. Ha emprendido esa búsqueda en redes sociales. Lo secunda el presidente del Balaídos, Daniel Costas.

El Balaídos C.F. fue fundado por Alfonso Abreu, Indalecio Alonso, Santiago Rodríguez y Manuel Tuche en 1963. Daniel Costas tiene un par de contactos que espera que le puedan proporcionar información sobre la trayectoria de ese equipo femenino que existió, según prueba la fotografía, una década más tarde. El actual mandatario confiesa otro deseo: que alguien le pueda ceder para su conservación en la sede una de esas camisetas arlequinadas con las que posan, tan diferentes al diseño que el club ha adoptado desde hace 16 años.

Valorar y conservar la historia es en lo que se empeña José Luis Otero. Militando su hijo Iago en el Balaídos, quiso involucrarse de manera más profunda. En 2004 creó la web del club y decidió dotarlo de un archivo fotográfico. “Gracias especialmente a la colaboración de antiguos socios, jugadores y familiares pude escanear decenas de fotos históricas”, explica Otero.

En aquellas pesquisas llegó a sus manos esa estampa especial: “Dentro de esas fotos me llamó siempre la atención la del equipo femenino. Supongo que sería de un partido amistoso, ya que no existía competición oficial a nivel federativo. Siempre fui un defensor y propulsor del fútbol femenino”, explica Otero, que en 2005 diseñó el cartel de la campaña de reclutamiento de jugadoras que emprendió el Balaídos.

Aquella década, entre el tardofranquismo y la transición, contempló cómo empezaba a desplegarse tímidamente el fútbol femenino. En Vigo sobresalió el Mayador, patrocinado por esa marca de sidra, radicado en el barrio del Rocío, entre Coia y Bouzas. El Valladares o el Turista también tuvieron sus brotes, igual que en algunos colegios. Algunas de esas jóvenes se reunirían años más tarde, en 1984 y 1985, para disputar algunos partidos como Celta.

A falta de datos, colige Otero que ese del Balaídos fue “uno de los primeros equipos femeninos de toda Galicia y probablemente de España”. Compendia: “El fútbol femenino en Vigo ha pasado por buenos y malos momentos. Es una ciudad con grandes jugadoras que, por una razón u otra, nunca pudieron promocionarse. La mayoría de los clubes de Vigo nunca han estado a la altura o no han tenido las estructuras necesarias para poder tener un conjunto en Primera División. La falta de liderazgo deportivo, el egoísmo de los presidentes o la falta de interés del Celta en cuidar la cantera han sido la causa principal del fracaso del fútbol femenimo en Vigo como lanzadera para otras jóvenes”.

Aunque el Celta sigue sin sección, desde aquella efímera experiencia ochentera, y sólo el Olivo probó de manera igualmente breve la máxima categoría (2011-2012), las mujeres avanzan hoy a la conquista balompédica. El propio Balaídos posee conjuntos séniors en fútbol y fútbol sala, además de niñas enroladas en las categorías mixtas (hasta cadete). Todas ellas son, de alguna manera, hijas de las doce que Otero busca: “Son una parte pequeña pero entrañable de nuestra nuestra historia, que debe y puede ser contada a la ciudadanía”

Desde la cuenta de Instagram “mani133” está vehiculando Otero la investigación de esas doce identidades. “Además de conocer sus nombres, lo bonito y entrañable sería conocer sus pequeñas historias y sería muy especial, si se pudiese materializar, acabar reuniéndose con todas ellas en el campo de Balaídos”. Daniel Costas apoya la iniciativa.

Si conoce a alguna de las integrantes o es una de ellas, puede contactarnos a través de las siguientes vías:

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