Nada le resulta sencillo al Club Voleibol Vigo, ya desde hace años, y tampoco la fortuna le ha favorecido en el envite más ilusionante de tiempos recientes. El equipo olívico, que se ha colado contra pronóstico en la fase de ascenso a Superliga Masculina 1, afrontará el camino más empinado en cuanto a adversarios y agenda. El entrenador, Pablo Parga, lo admite sin pesadumbre. Ninguna dificultad mitiga el entusiasmo y ningún final empañará una temporada excepcional.
El UBE L’Illa Grau organiza en Castellón la fase de ascenso del 20 al 23 de abril. Se han clasificado los dos primeros de cada uno de los tres grupos de Superliga 2. Divididos en dos grupos, disputarán una liguilla jueves y viernes. Los dos primeros se cruzarán en semifinales el sábado –los terceros contenderán por la 5ª plaza– y los ganadores, ya ascendidos, dirimirán el título de la categoría el domingo.
El sorteo efectuado ayer en la sede de la Federación Española de Voleibol ha encuadrado al Vigo precisamente con los anfitriones, que fueron campeones del grupo C, y con el Villena de Petrer, campeón del grupo B. Los equipos a los que superaron en la temporada regular, Almendralejo y Asisa Tarragona, competirán con el campeón del grupo A donde militaban los vigueses, el Cisneros de Tenerife. Además de tocarle dos líderes, el Vigo será el conjunto que dispute sus dos partidos el viernes: contra el Villena a las 12.00 y contra L’Illa Grau, a las 19.00. Sus dos adversarios se habrán enfrentado entre ellos el día anterior.
“Hemos superado las expectativas. Se había hecho un equipo para estar tranquilo en mitad de tabla”, recuerda Pablo Parga. “Al final conseguimos un grupo humano muy bueno, que tenía ganas de trabajar. Llegamos arriba sin haberlo esperado, aunque haciendo las cosas bien. Los chavales lo han dado todo en los entrenamientos. Se consiguió un premio que no estaba en el guion”.
“Son equipos hechos para ascender. Va a estar complicado. Pero hay que ir allí a competir, a disfrutar y a darlo todo. Luego, que se haga justicia”, propone el entrenador ourensano. Del Villena destaca: “Tienen a Carlos Jiménez, que estuvo con la selección española; un punta receptor muy bueno. Estuvo lesionado hace ya unos años, pero ahora se ha recuperado. Es un puntal. Cuentan con dos centrales altos y un opuesto bastante fuerte. Es un equipo muy interesante, que aúna experiencia y potencia en ataque. Un rival a batir”. A L’Illa Grau lo define como “uno de los candidatos firmes al ascenso. De toda la vida han jugado Superliga 1. Llevan dos años abajo y han construido un equipo muy fuerte, con dos puntas de ataque muy buenos y Luis Linares, que jugó en Vigo de central; alto, muy bueno en bloqueo y ágil en ataque. Tienen para elegir”.
Pese al potencial rival, no se resigna a ejercer de turista: “Nuestras posibilidades están ahí. Tenemos que salir a muerte, desde el primer punto del partido. Aguantaremos lo que podamos aguantar porque somos muy poquitos. Con un equipo tan corto se complica mucho jugar dos partidos el mismo día, con poco margen de descanso. Pero al final es una competición del KO. Hay que ir a competir”.
Trabajadores y estudiantes
Villena y L’Illa Grau disponen de más jugadores con dedicación exclusiva. La plantilla del Vigo atiende a otra realidad. “A día de hoy no lo sabemos”, confiesa Parga sobre la convocatoria que podrá elaborar para viajar a Castellón. “Mucha gente trabaja o estudia. Tienen que pedir días libres y permisos para que no les pongan faltas o pierdan exámenes. A ver si hay suerte y podemos contar con todos los que andan por ahí, pero estará complicado. Son muchos días. Les tiene que coincidir bien”.
Para el Vigo, aunque no se conquiste el ascenso, la temporada supone ya un vuelco a su trayectoria reciente. El equipo, en realidad descendido, salvó la plaza en 2021 gracias a una reestructuración de la categoría. Parga ha sido esencial en esta segunda etapa suya en el club. La temporada pasada se saldó con una permanencia holgada. Existe voluntad de continuidad en el proyecto. “Hablamos un poco del tema”, revela el técnico respecto al presidente, Guillermo Touza, y la posible renovación. “Por las dos partes hay ganas; mías, de estar aquí, está claro, y ellos, de que yo continúe. Por ahora no hay nada cerrado. Nos sentaremos cuando termine la fase de ascenso y el trabajo esté hecho. Se verá si quieren contar conmigo, en qué situación y en qué condiciones”.