Trossard dirige un festival y hace más líder al Arsenal

juan josé lahuerta

El Arsenal tiene aura de campeón. Aunque aún siente la presión del Manchester City, su fútbol emana tanta perfección que parece imposible que no gane el título. Su última víctima, el Fulham, sintió el poder del equipo de Mikel Arteta, que con una exhibición de Leandro Trossard ganó 0-3 en el Craven Cottage para mantenerse fuerte en el liderato.

Ni siquiera el cansancio del choque que disputó entre semana frente al Sporting Portugal afectó al cuadro gunner, que recuperó a varias piezas clave ausentes en Lisboa. Trossard, lesionado en una ingle, y Martin Odegaard, enfermo, volvieron a tiempo para el duelo ante el Fulham. Y, además, Arteta devolvió la titularidad a Aaron Ramsdale, a Gabriel Magalhaes y a Thomas Partey.

Los cinco dieron más cohesión a un equipo que empató en Portugal (2-2) pero que fue invencible contra el Fulham. Sobre todo en la primera parte, en la que el Arsenal dio una auténtica exhibición de fútbol con especial mención para Trossard, que apareció por todas partes como un auténtico diablillo capaz de desesperar a todos sus rivales.

Suyas fueron las tres asistencias en los goles del Arsenal en la primera parte. Nunca antes en la historia de la Premier League un jugador había conseguido firmar tantas como visitante en los 45 minutos iniciales. Trossard se apuntó ese récord y de él se aprovecharon Gabriel Magalhaes, Gabriel Martinelli y Martin Odegaard.