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Manchester City y PSG, en apuros: el futuro de los petro-equipos en el aire por sus tropelías financieras

El PSG está bloqueado por el Fair Play Financiero, ya que su masa salarial está disparada, mientras, al Manchester City lo investiga la Fiscalía inglesa por cometer presuntas estafas financieras entre 2009 a 2018

Lionel Messi se lamenta durante un partido del París Saint-Germain.

Lionel Messi se lamenta durante un partido del París Saint-Germain. / AFP7

Fermín de la Calle

París Saint-Germain y Manchester City, los dos clubes-Estado que aspiran a gobernar el fútbol europeo conquistando la Champions, algo que no han logrado todavía, pasan por uno de los momentos más difíciles desde que comenzaron a entrar petrodólares en sus arcas. El PSG de los qataríes está bloqueado por el Fair Play Financiero, ya que su masa salarial está disparada y necesita reducirla un 30% la próxima temporada para ajustarse al reglamento y evitar multas millonarias. Mientras, al Manchester City lo investiga la Fiscalía inglesa por cometer presuntas estafas financieras entre 2009 a 2018, al ocultar la verdadera fuente de financiación y declarar a Hacienda sólo parte de los sueldos de jugadores y del entrenador Roberto Mancini. A eso añadiría además el incumplimiento del Fair Play Financiero y obstruir la investigación de la Premier desde 2018.

Situaciones que han hecho temblar los cimientos de ambas entidades y la permanencia de algunos de sus figuras más destacadas como Pep Guardiola o Leo Messi. De hecho, el argentino concluye contrato este verano y en París se ha abierto una gran polémica sobre la idoneidad de renovarle la próxima temporada. El exfutbolista francés del PSG, Jerome Rothen, ha sido el más crítico a este respecto en la emisora Radio Monte-Carlo (RMC): "En términos de números, la renovación de Messi es una tontería. Gestionar a Messi, Mbappé y Neymar es complicado por la masa salarial. Y ya hemos visto que el PSG está bloqueado por el Fair Play Financiero, porque sus salarios se han disparado. Tienen la oportunidad de recuperar una cantidad importante de dinero porque el salario de Messi es muy elevado. Por eso sería una muy mala idea renovar a Messi".

Nasser Al-Khelaifi, el presidente del PSG, no se ha pronunciado aún sobre la situación de bloqueo del club ni el futuro de Messi. Y a esto se une que el equipo vive su peor momento deportivo de las últimas temporadas. Hace una semana fueron eliminados de Copa al caer ante el Olympique de Marsella, y en Liga, pese a ser líderes de los últimos cuatro partidos solo han ganado uno (Toulouse), empatando ante el Montpellier y cayendo con Rennes y Mónaco. Todo ello antes de afrontar este martes el partido de ida de octavos ante el Bayern con un panorama lleno de incertidumbre. Kylian Mbappé está muy castigado por la fatiga muscular y tiene muy complicado jugar, y Lionel Messi, con una sobrecarga en los isquios, podría hacerlo pero muy disminuido físicamente. 

A gritos en el vestuario del PSG

El ambiente en el vestuario es irrespirable y el entrenador, Christophe Galtier, no parece que tenga mucho futuro en el club. Después de la derrota del pasado fin de semana ante el Mónaco todo saltó por los aires. Una vez finalizado el partido en el estadio Luis II monegasco, hubo una fuerte discusión entre miembros del equipo y Luis Campos, director deportivo del PSG. Según informan los medios franceses hubo gritos entre Neymar, Marquinhos y el dirigente. Además, Neymar reprochó algunas decisiones a Hugo Ekitike, y Marquinhos y Gianluigi Donarumma se enfrentaron antes sus compañeros. Algo de lo que no fueron testigos Messi y Mbappé, lesionados. 

Más allá del complicado momento deportivo, la UEFA ya impuso una sanción al PSG el pasado mes de agosto por valor de 65 millones de euros, de los que 10 de ellos ya están en las arcas del organismo que preside Aleksandr Ceferin, que se reserva la ejecución de la multa de los otros 55 en el momento en el que los parisinos vuelvan a desobedecer la normativa financiera. Por eso ahora debe reducir su masa salarial un 30% para ajustarse a la nueva reglamentación que entrará en regla la próxima temporada. Un problema para un equipo que no acaba de rentabilizar en títulos, no al menos el de la Champions, el gasto multimillonario en jugadores que ha realizado. Y todo con el futuro de Messi en el aire. 

El problema del Manchester City, que entrará en escena en Champions el próximo 22 de febrero en Alemania midiéndose al Leipzig, parece aún más grave. El club ha sido remitido a una comisión independiente por la Premier League, después de ser acusado de supuestas infracciones de las normas financieras de la competición. La Premier informa que el club ha evitado proporcionar “de buena fe” la información de las cuentas con una visión “veraz y justa”, incumplimientos de las reglas financieras de la competición que se habrían producido desde la temporada 2009-2010 hasta el curso 2017-2018. 

El City, investigado por el Gobierno

La competición notificó que las supuestas infracciones afectan a cinco ámbitos. El primero se refiere a los patrocinios, el segundo afectaría al sueldo del entrenador del club entre 2009 y 2013, el italiano Roberto Mancini, y a alteraciones en los sueldos de los futbolistas entre 2010 y 2016. El tercero abordaría al incumplimiento del ‘Fair Play’ financiero de la UEFA entre 2013 y 2018. Hay que recordar que en 2020 La UEFA expulsó de sus competiciones al City por no cumplir el control económico, pero el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) anuló la sanción en julio de ese mismo año. El cuarto punto advierte que tampoco cumplió el reglamento sobre “rentabilidad y sostenibilidad” entre 2015 y 2018. Y el quinto ámbito se refiere a las normas que obligan a los clubes a “cooperar y ayudar a la Premier League en sus investigaciones”, algo que no cumplieron desde 2018 hasta ahora.

Se habla de más de 100 infracciones denunciadas por la Premier, lo que puede generar sanciones ejemplares para el Manchester City. Para empezar podría sufrir una sanción similar a la de Juventus, perdiendo puntos esta misma temporada. Pero el castigo podría ir mucho más allá e incluso ser descalificado de la Premier y perder los títulos que logró en los años del supuesto fraude, lo que significaría perder entorchados de la Premier, FA Cup y Copa de la Liga. Y, por último, la sanción más grave pasaría por un posible descenso de categoría, lo que pondría en peligro el futuro inmediato del club y las finanzas del City Football Group, el conglomerado árabe que reúne una docena de franquicias por todo el mundo en el que el club de Manchester es el mascarón de proa.  

El mismísimo Guardiola ha hablado del caso y ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a su afición: "No me moveré de mi asiento. Les aseguro que, más que nunca, me quiero quedar. A veces tengo dudas porque siete u ocho años es mucho tiempo, pero ahora no quiero moverme. La gente dice ‘te han mentido’. No me han mentido. Miren lo que pasó con la UEFA. Ahora es el mismo caso. ¿Por qué debería desconfiar de mi gente y confiar en los directores de otros clubes? En el caso de que no seamos inocentes, aceptaremos lo que el juez o la Premier League decida. Pero, ¿qué pasa si terminamos en la misma situación (que con la acusación de la UEFA), y somos inocentes? ¿Qué pasará para restablecer o pagarnos por los daños?".

Los clubes Estado viven sus días más complicados en la vieja Europa debido a sus tropelías financieras justo cuando más ruido hacen las campañas de 'sportwashing' activadas por sus gobiernos con la disputa del Mundial en Qatar, la Supercopa española en Arabia, el fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al-Nassr...