Balonmano - División de Honor Femenina

Crisis insólita en el Mecalia Guardés

Ana Seabra, hasta ahora segunda entrenadora, reemplaza a Abel González en la primera destitución decidida por la directiva desde el ascenso en 2012

Ana Seabra, nueva primera entrenadora del Mecalia.

Ana Seabra, nueva primera entrenadora del Mecalia. / Tamara Alonso SportCoeco

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Remedios habituales en situaciones similares para muchos clubes. Una decisión extraordinaria en una crisis inusual para el Mecalia Atlético Guardés. La directiva ha destituido a Abel González como entrenador. Acostumbrados a habitar en las alturas de la clasificación, los responsables del club guardés se han sentido incómodos en la novena posición, de play down por la permanencia. Es el primer entrenador despedido en diez temporadas y media consecutivas en la máxima categoría del balonmano femenino español. Pero aunque contrariamente a sus usos, en el Mecalia sí han optado por el relevo más sujeto a sus costumbres. La hasta ahora segunda entrenadora, Ana Seabra, da un paso al frente como lo hizo el propio Abel González cuando reemplazó el pasado verano a José Ignacio Prades. El asturiano ha aceptado con naturalidad su despido, aún pendiente de los detalles del finiquito. Se va al menos aliviado de haber metido al equipo en la fase final de la Copa de la Reina y en cuartos de final de la Copa Europea. Curiosamente Seabra estrenará cargo en esa eliminatoria contra el Madeira Andebol, en el que militó como jugadora durante siete temporadas.

Natural de San Juan de la Arena (1966), Abel González se convirtió en una figura de peso en el balonmano gallego como jugador en Cangas, Teucro o Lalín, donde se retiró. Ha desempeñado labores técnicas en Porriño, Chapela, Bueu y Novás. Con el Mecalia ha mantenido una vinculación intermitente desde 2012, en diferentes roles. Ya fue segundo entrenador con Manu Etayo y aunque reside en la localidad coruñesa de Cariño, en 2021 regresó al club del Baixo Miño para desempeñar ese mismo papel con Prades a la vez que coordinaba las categorías inferiores.

Abel González ama al Mecalia. Por eso aceptó el complicado reto que la directiva le planteó en verano. José Ignacio Prades no podía seguir compaginando el cargo de seleccionador nacional con el de entrenador guardés. Su herencia iba a resultar necesariamente difícil de digerir para cualquier sustituto: seis temporadas de éxitos, compitiendo con poderosos como Bera Bera o Rocasa, con el título liguero de 2017 como mayor gloria en la historia del balonmano gallego. Además de los cambios en la plantilla, el cierre por obras del pabellón de A Sangriña obligaba a jugar en Tui los tres primeros partidos como locales y después, siete consecutivos (en total llevan nueve) como visitantes. El reestreno liguero en A Sangriña (tras el europeo) se produjo precisamente el pasado sábado. Abel González creía que el equipo remontaría en la segunda vuelta. Ya no será con él. La derrota por 23-24 ante el Elche lo ha sentenciado.

El entrenador había viajado a Cariño tras el partido para un breve descanso ante la ajetreada agenda que le espera al Mecalia. Conoció la decisión de la directiva por teléfono y regresó a A Guarda para despedirse de la plantilla a primera hora de la tarde. González quiso transmitir serenidad a unas jugadoras cariacontecidas. Si bien la directiva le ha ofrecido seguir bajo contrato hasta final de temporada, el asturiano parece decantarse por la separación definitiva. Posiblemente se centrará en un proyecto para impulsar el balonmano en la cornisa cantábrica que había dejado en suspenso desde la pandemia.

A la plantilla no le han tenido que presentar al reemplazo de Abel. Lo conocen sobradamente. Los dirigentes se han decantado por Ana Cristina Teixeira Seabra, a la que contrataron el pasado verano como segunda entrenadora. Seabra ostenta el récord de internacionalidades con Portugal (176). Como entrenadora ya había dirigido a la selección lusa sub 18 y a la selección sénior de Cabo Verde. Joao Mesquita, hasta ahora preparador físico, será su principal apoyo.

“Tengo confianza”

“Los resultados no iban bien. Pero no sé qué ha pensado la directiva. No debo hablar mucho de esto”, valora la nueva entrenadora jefe. “Me han invitado a seguir con el proyecto. Después de este partido contra el Elche, han decidido cambiar algo”.

“Es una situación incómoda para el entrenador principal, igual que si pasase conmigo o con otro. Para mí es una oportunidad de seguir con el proyecto, intentaré hacerlo lo mejor posible y vamos a ver”, añade. "Tengo confianza. La situación es de mucha responsabilidad. Vamos a tener que trabajar mucho y seguir intentando cambiar los resultados y la clasificación”.

A Seabra le parece que el entorno ha asimilado bien la variación en los objetivos. “Es normal que las personas estén tristes, pero todas están apoyando. Obviamente que quieren cambiar y volver a las victorias, el ambiente es de preocupación, de querer hacer un poco más, pero no es malo. No tendría sentido que los aficionados no estuviesen con nosotros en los momentos malos. Lo están y nos ayudan”, describe. “Las jugadoras también están tristes. Quieren darles alegrías. Los aficionados y la directiva siempre nos han apoyado”.

“En Europa hemos pasado y nos hemos clasificado para la fase final de la Copa de la Reina, lo que es importante para el club. Pero lo principal en este momento es la permanencia, quedarnos en la División de Honor. Somos conscientes”, asume. Con todo, su debut se producirá en el viaje a Funchal para medirse al Andebol Madeira: “Es una isla que conozco bien y un club que invierte en el balonmano, un equipo profesional con jugadoras de calidad, Las conozco a todas. O jugaron conmigo o las he entrenado en la selección. Es un partido especial para mí. Debemos respetar al rival y hacer nuestro trabajo. Nuestro objetivo es ganar”.

Abel González da instrucciones durante un partido del Mecalia.

Abel González da instrucciones durante un partido del Mecalia. / Tamara Alonso SportCoeco

Abel González: “Les he dicho a las jugadoras que me tienen que dedicar una Copa”

–¿Se esperaba la destitución?

–Quizá por los resultados es algo que vas esperando. No hemos puntuado con regularidad. No me lo esperaba en este momento, después del buen partido del otro día, pero era factible.

–¿Ha costado asimilar la transición tras la etapa de Prades?

–Como entrenador de club que soy, sabía que iba a ser un año difícil: el pabellón, el cambio de entrenador, meter alguna idea diferente y personal al grupo aunque siguiésemos con los esquemas de trabajo… Sabíamos que jugar tantos partidos fuera nos iba a complicar mucho. Estábamos mentalizados. En la segunda vuelta nos quedan muchos partidos en casa. Hay mucha esperanza de poder estar en el play off.

–¿Seguirá ligado al Atlético Guardés de alguna manera?

–Aún tengo que sentarme y ver el acuerdo al que llegamos. Creo que no seguiré. Desde el club me han ofrecido acabar la temporada aquí, pero para mí sería muy difícil pertenecer al club. Soy de la casa pero sin serlo. Mi domicilio no está aquí. Si aún fuera así, podría ser algo factible. Lo iba a pasar mal viendo entrenar al primer equipo.

–Su vínculo emocional con el club empeorará la tristeza.

–Nunca es fácil cuando sucede una destitución, aunque es la primera en mi vida deportiva. Por eso duele un poco más. Pero también es mi primer año como primer entrenador. Te das cuenta de que esto forma parte del proceso de la vida de un entrenador. Puede suceder. Quien no esté mentalizado, va mal.

–¿Ha hablado con Seabra? ¿Cómo queda su relación?

–Tampoco hemos tenido mucho tiempo. Como este mes era duro y lo tenía programado, me fui a casa después del partido. Cuando nos comunicaron esto, sí se lo comuniqué a ella. Nos quedamos todos un poco en shock. Ahora he estado con las chicas. Me he despedido de ellas. Estaban emocionadas, sobre todo las más jóvenes. Son experiencias que a nadie le gusta vivir. Es ley de vida. Si uno se va, el que se queda intentará trabajar, siguiendo la línea que teníamos, y llevar al equipo hacia arriba.

–Deja al equipo vivo en Copa de la Reina y Europa.

–Les he dicho a las chicas que me tienen que dedicar una Copa, la que quieran, pero una de las dos. Ya se pusieron a reír. Tienen que trabajar para llegar lo más lejos posible. Estamos en tres competiciones. Comparando con otras plantillas, no tenemos esos recambios y esas rotaciones. Es una carga más. Pero están capacitadas.