Un equipo, un pueblo, un destino

La palabra Asobal era un sueño que se desvanecía al despertar, un pensamiento que nadie quería confesar, un murmullo en la intimidad, un rumor en los bares y ahora ya un grito en las gradas. No como exigencia que presiona, sino como aliento que entusiasma. El Valinox Novás está dispuesto a apurar hasta el final sus opciones de ascender a la máxima categoría. Ya estuvo a punto de lograrlo en la campaña 20-21, la primera de Álvaro Soldevilla. Se antojó un milagro, pero los milagros no se pueden repetir ni replicar, por definición. Así que es más bien ciencia –la combinación de un proyecto serio y la sabiduría de Samuel Trives– lo que ha permitido que los rosaleiros se hayan convertido nuevamente en candidatos con todas las de la ley.

La visita al San Pablo lo ha reafirmado. Los burgaleses eran y son terceros del grupo A. Muy probablemente se meterán también en el grupo de ascenso, así que los puntos en juego se arrastrarán. Y se notó en la intensidad del juego desde el primer minuto. El Valinox jamás estuvo por detrás. Superó la pronta baja de Germán Hermida por descalificación. Los locales estuvieron enganchados hasta el descanso. Después los visitantes, liderados por Teixidor, subieron marchas hasta situarse 19-26. Trives controló la reacción final del San Pablo, que solo valió de maquillaje. Los hinchas que acompañaron al equipo estallaron de júbilo. Equipo y afición comparten corazón y destino. Nava, que también ganó, y Sagunto, líder del grupo B, serán los otros que codicien las dos plazas en juego.

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