Fútbol - Primera División

El Real Madrid gana, pero tiembla

Las lesiones de Militao y, sobre todo, de Benzema, empañan el triunfo blanco frente al Valencia

Rudiger levanta a Asensio despuésde su gol.  | // EFE

Rudiger levanta a Asensio despuésde su gol. | // EFE / JUANJO MARTIN

sergio viñas

Eran tres puntos innegociables, pues amenazaba el Barça con acabar la primera vuelta con ocho puntos de ventaja en la clasificación (ahora son cinco), y el Real Madrid se los quedó. Pero a qué precio. El jolgorio del Bernabéu en una noche resuelta al arranque de la primera parte, con los goles de Asensio y Vinicius, mutó en luctuoso silencio cuando Militao primero y, sobre todo, Benzema después tuvieron que retirarse del campo lesionados. Tres puntos, sí, pero tres puntos que pueden salirle muy caros al Real Madrid.

A dos días y medio de un nuevo desafío en casa del Mallorca, a seis de que en Rabat se empiece a poner en juego el Mundial de Clubes, la enfermería blanca se sigue llenando. Salen ya Tchouaméni y Carvajal, que reaparecieron ante el Valencia, pero entran dos pilares, habrá que ver por cuánto tiempo. El consuelo es que en lo futbolístico el Madrid respondió, incluso con el lastre de un gol anulado por el VAR tras una acción con las hay decenas en cada córner.

Cierto es que el Valencia no fue precisamente un rival fiero, resistente en la primera parte, pero derruido por completo al primer golpe. Ni siquiera llegó a disparar contra la portería de un Courtois que podría haber visto el partido desde el banquillo y en nada habría cambiado la película. Queda claro que Voro, como le anticipó Gattuso, tiene trabajo por delante.

Lesionado también Mendy para los dos próximos meses y aún ausente Alaba, Ancelotti repitió con Camavinga como lateral izquierdo, mientras que le volvió a conceder el derecho a Nacho, con Carvajal todavía algo renqueante en el banquillo. No obstante, la lesión de Militao en el minuto 35 obligó a Ancelotti a dar entrada al ‘2’.

Voro, bombero por novena vez tras la salida de Gattuso, dibujó un Valencia entregado al fútbol directo, valiente en la presión pero también rápido y ordenado en el repliegue, la fase en la que más tiempo tuvo que invertir en el Bernabéu. Su plan estaba funcionando bien en la primera parte, limitando el peligro ofensivo del Madrid a dos disparos francos de Asensio, uno detenido por Mamardashvili y el otro bloqueado por la defensa.

Pareció decaer la resistencia ché al final de la primera parte, cuando Rudiger cabeceó a gol el último córner de la primera mitad. Sin embargo, el VAR reclamó la atención de Alberola Rojas, que anuló el tanto tras ver repetido un forcejeo de Benzema con Musah en el que el francés desplazó a su rival con el codo y la mano. Nada violento, pero suficiente para que el árbitro revirtiera su decisión y amonestara al delantero. Traerá cola.

El Madrid se marchó al vestuario masticando su frustración y quizá fue eso lo que le envalentonó. Porque le costó diez minutos colocarse 2-0 en el marcador. En el minuto 52, Asensio se sacó de la chistera un tremendo zurdazo desde la esquina del área y en el 55, Vinicius batió en el mano a mano a Mamardashvili tras una carrera desde el centro del campo. En ambos casos, Benzema ejerció de asistente, leyendo a la perfección lo que nadie es capaz de atisbar.

Al francés se le iba a acabar el partido enseguida, muscularmente herido tras un intento de remate. Alcanzada la hora de partido, reclamó el cambio un Benzema que, desde Navidad, lo había jugado todo salvo el duelo copero ante el Cacereño. El partido, en sí, también iba a acabar pronto, pues lo hizo cuando a los 71 minutos Gabriel Paulista perdió la cabeza con una patada intolerable a Vinicius por la que fue expulsado.

Lo más interesante que quedó por delante fue escuchar al Bernabéu coreando “¡Ceballos, quédate!”. El Valencia ya estaba completamente derrotado y el Madrid no estaba para forzar. De hecho, Kroos y Modric salieron del campo a falta de casi media hora. No era cuestión de que los tres puntos le salieran más caros todavía. Con dos lesiones ya era más que suficiente.