Baloncesto en silla de ruedas - División de Honor

Bienvenido, Mister Maier

El Iberconsa incorpora a un jugador clave, fichado en julio y enredado desde entonces en un tortuoso laberinto burocrático

VIGO (AEROPUERTO DE PEINADOR). LLEGADA DE JOSH, NUEVO JUGADOR NORTEAMERICANO DEL AMFIV.

VIGO (AEROPUERTO DE PEINADOR). LLEGADA DE JOSH, NUEVO JUGADOR NORTEAMERICANO DEL AMFIV. / MARTA G. BREA

Armando Álvarez

Armando Álvarez

La larga espera ha concluido. Josh Alexander Maier se encuentra desde ayer en Vigo. El Iberconsa Amfiv cerró el fichaje del jugador estadounidense a finales de mayo. A comienzos de julio inició los trámites de su traslado a España. Maier debiera haber participado en el estreno de la temporada el 1 de octubre. Durante cuatro meses ha estado enredado en un laberinto burocrático. Sufría en su casa de Nebraska mientras el equipo, que se había diseñado con él como elemento clave, lo añoraba en la cancha. Ha aterrizado Maier con la fogosidad de lo retenido. Su nuevo entrenador, César Iglesias, lo serena: “No quiero que él sienta que se tiene que poner la capa de Superman”. Aunque ayudará a volar. O al menos aliviará las cargas de esa Liga de la Justicia que componen sus compañeros, auténticos héroes.

La escena se desarrolla el pasado sábado. El partido ha concluido en O Berbés. El Iberconsa ha perdido por 54-71 con el Leganés. Pudiera pensarse que una derrota demasiado contundente del noveno clasificado a manos del séptimo. El entrenador visitante, Rafael Muiño, es consciente, sin embargo, del valor de esa aritmética. Interpreta de otra manera lo que acaba de suceder. El resultado era de 41-45 al final del tercer cuarto. Los vigueses solo han claudicado de puro cansancio. “Enhorabuena. Lo que estáis haciendo es impresionante”, le reconoce a su homólogo local, César Iglesias, en el saludo postrero.

La felicitación no resulta extraña. “Muchos de los técnicos así me lo transmiten”, reconoce Iglesias. En baloncesto en silla de ruedas, a cada jugador se le cataloga en puntos, más cuanto menor sea su discapacidad. El quinteto en pista no puede superar los 14,5 puntos. Todos los equipos apuran el tope en sus diferentes combinaciones. El Iberconsa, aún sin Josh y con Jeison Betancourt de baja, ha empleado durante cuarenta minutos un quinteto de 11,5. Han exhibido corazón y táctica, aunque no alcanzase.

Dos por Romo

Nunca debió haber sido así. No en la planificación que se perfiló en las postrimerías de la pasada primavera. El Iberconsa había basado su poderío ofensivo durante las dos últimas temporadas en su líder canterano, Agustín Alejos, y en el estadounidense Fabián Romo. “Estábamos pensando en la renovación de Romo. No se dio”, recuerda Iglesias. El texano avisó en tiempo y forma que se mudaba al Fundación Aliados de Valladolid. “¿Cómo suplir a un jugador de su talla, diferencial?”, se preguntó el entrenador. Él mismo halló la respuesta: “Encontrando a dos jugadores de clase 4 y 3,5 que nos diesen lo que nos daba él, que era mucho”.

Jeison Betancourt se convirtió en el primer objetivo que Iglesias y el presidente del Amfiv, José Antonio Beiro, identificaron. El interior colombiano, de gran envergadura, desarrollaba un rol secundario en el Mideba Extremadura. “Apostamos por un jugador que no tenía muchos minutos y al que creíamos que le podíamos sacar rendimiento. Así está siendo”, festeja Iglesias.

Se necesitaba la otra pieza del tándem. El cuerpo técnico del Iberconsa escruta mediante vídeos el prolífico mercado universitario estadounidense, además de las competiciones europeas. A los norteamericanos, que no poseen un torneo profesional, les interesa el salto. Maier se les había ofrecido antes de que se conociese la marcha de Romo. Iglesias rescató su nombre: “Con él ya buscábamos un estilo Romo en manejo de silla, juego exterior, lanzamiento… Un base en baloncesto convencional. Josh encajaba en este perfil. Nos permitía que Agustín y Julio (Vilas) estuvieran más liberados y pudiesen hacer más el juego que se hacía con Romo en su día, con tres focos de versatilidad y generación”.

La transformación afectó a otros puestos. El tope de puntos implica la estructuración de quintetos específicos y la asociación simbiótica de determinados jugadores. Maier completaba el puzle. “Nos pusimos en contacto con él. Fue rápido. En julio se cerró todo. Y llegaron esos problemas burocráticos”, resume Iglesias. Entre las líneas se le escurren los inumerables trámites y llamadas, los silencios del consulado español en Houston, los documentos caducados durante la espera o el retraso de la oficina que debía expedir el certificado de penales. “Todo parecía bien… Hasta hoy”.

Maier fue recibido en Peinador por Agustín Alejos.

Maier fue recibido en Peinador por Agustín Alejos. / MARTA G. BREA

Y hasta hoy se ha dedicado el Iberconsa a sobrevivir. “Ha sido muy frustrante. Pensabas en una idea de equipo y ha pasado media temporada. Nos hemos ido adaptando, creciendo, pero de lo planificado a lo que ha pasado es totalmente diferente”, evalúa Iglesias. “Lo positivo ha sido el desarrollo de Jeison. Llegó aquí con 6 puntos de media y ya está en 13, con partidos de 25 o 26, que no había hecho en su vida. Lo negativo es que estará un mes de baja por neumonía, ahora que llega Josh”.

La gran beneficiada de manera directa es Hillevi Hansson, fichada este verano y cuya inclusión en el quinteto dependía precisamente de la presencia de Maier. “Ha sido una combinación de paciencia con persistencia y aguantar”, indica el entrenador sobre cómo ha gestionado la situación.

–Tranquila, que llegará –le repetía a la sueca.

En estas circunstancias, el registro de tres victorias y siete derrotas del Iberconsa vale oro. “Lo que ha hecho el equipo ha sido impresionante. Los jugadores han peleado y dado la cara. Nos hemos metido en el noveno puesto, como otras temporadas. Hemos sacado tres partidos a los de abajo: de 40 a Ferrol, de 20 a Joventut y fuera de casa por 6 a Mideba. Y estamos compitiendo esta semana por meternos en Copa del Rey”.

–Esto es el Amfiv. Damos la cara ante las mayores dificultades –ha arengado en el vestuario.

Maier anhela empaparse de ese espíritu. El despejado cielo vigués se le antojaba ayer su propio firmamento tras meses nublados. “Fue muy estresante”, confiesa el jugador. “Quería estar aquí, contribuir al equipo, estar con mis compañeros y explorar la ciudad, que me emocionaba conocer. Tuve que estar sentado, esperando en casa. No fue divertido y me alegra que haya terminado”.

Deporte y vida

Explica que se decantó por el Iberconsa “por un montón de razones diferentes”, que detalla: “Cuando era un niño pequeño, pensaba en practicar deporte. Y ser profesional en mi deporte favorito. Tuve la oportunidad y fue difícil de rechazar. Me encanta el mar y estar al lado de la playa. Así que la ciudad era la adecuada. Me encantan también los productos del mar, la cultura de la gente y de la ciudad… Todo se alineó de manera perfecta para mí”.

“Es la mejor liga de la mundo y sé que nuestro equipo puede ser competitivo contra cualquiera. Tengo ganas de aprender de todos y de la competición. Quiero convertirme en un gran jugador, pero también ayudar a que el equipo sea todo lo bueno que pueda ser”, sostiene. Habla desde el conocimiento. Aunque en Omaha, a casi 7.000 kilómetros de distancia, Maier ha anticipado trabajo: “He visto partidos de anteriores temporadas, tengo amigos que han jugado en la BSR, así que he visto sus partidos, y he visto todos los partidos que hemos jugado hasta ahora aunque yo no haya podido participar. Así que realmente me he sumergido en la liga y he disfrutado viéndola y ya aprendiendo”.

Maier se ha ofrecido a prolongar su contrato hasta la próxima temporada. Beiro le ha aconsejado que aplace esa decisión hasta comprobar cómo se aclimata. Iglesias se encargará de lo baloncestístico: “Intentaré que ese exceso de información que pueda traer no provoque parálisis. Quiero que sea él mismo jugando y que no nos genere desorden. Y que nos ayude. Es el primer objetivo. En una semana o dos no veremos el 100 por 100 de Josh. Los jugadores nuevos se tienen que adaptar, conocer las dificultades y fortalezas de cada compañero. Es un proceso que vamos a pasar, pero con la ilusión de que ya están todos aquí”.

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