Prueba de fuego para el Coruxo

Llega la hora de la verdad para el Coruxo, si quiere pelear al final de temporada por la primera plaza del grupo. Los vigueses visitan a un Arenteiro que está siendo el equipo revelación de la temporada, con un único partido en lo que llevamos de temporada. Dos meses desde aquella derrota, en su campo ante el Compostela, que le permiten liderar el grupo con dos puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, y nueve sobre los vigueses.

Los jugadores entrenados por Jacobo Montes son conscientes de que están en un momento clave de la temporada. Acumulan cuatro jornadas sin conocer la derrota, diez de los últimos doce puntos disputados, y esas buenas sensaciones las deben ratificar en un partido importante como este.

El técnico vigués deberá recomponer la medular y delantera ante las ausencias de Focareta y Youssef, que se perderán el encuentro por sanción. A priori no debe suponer un problema, ya que por delante de la defensa el doble pivote podría ser el formado por Antón de Vicente y Yago Gandoy; mientras que como hombre más adelantado, Luismi está llamado a ocupar el puesto que deja el marroquí.

Sin embargo, una de las mayores preocupaciones de los vigueses, está en el estado del terreno de juego de O Espiñedo. A pesar de que fue resembrado este verano, la hierba no ha conseguido asentarse sobre el terreno de juego, y las lluvias tampoco han ayudado a conseguir el objetivo. De esta manera, el terreno está muy blando y se levanta con demasiada facilidad, lo que no va a ayudar en nada a presenciar un buen espectáculo.

“Es el típico partido gallego”, decía Jacobo Montes, “de invierno de hace quince o veinte años. Los principales perjudicados son los jugadores del Arenteiro, porque juegan cada quince días allí, pero el campo no puede ser una excusa. Es un partido que a todos nos gusta jugar, porque es un derbi y porque nos vamos a enfrentar al mejor equipo de la Liga. Nosotros llegamos en un buen momento. Veo al equipo muy metido, alegre, y vamos a ver si estamos preparados para el reto mayúsculo que tenemos por delante, y confiado de que podemos traernos los tres puntos en juego”.

Sobre el cuadro ourensano, Jacobo apuntó que “es un equipo que compite muy bien, que tiene muy claro como juega, varios jugadores llevan tiempo jugando juntos y mecanismos claros. Es un equipo complicado, pero también tiene sus debilidades”.