Fútbol Sala

El pálpito de Pola

El vigués, entre sorprendido e ilusionado, arranca una nueva etapa en el Inter Movistar de donde salió hace casi dos años | Reconoce que cuando se produjeron las lesiones de Raya y Carlao pensó que “tal vez” los madrileños llamarían a su puerta

Pola, durante su presentación como jugador del Inter Movistar. // FDV

Pola, durante su presentación como jugador del Inter Movistar. // FDV / j.c.álvarez

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Hace unos días Adrián Alonso “Pola” tuvo un pálpito. Carlao, el cierre brasileño que el Inter Movistar fichó el pasado verano, acababa de lesionarse y será baja durante mes y medio. Su ausencia se sumaba a la de José Raya, que se rompió el cruzado a comienzos de verano. Otro cierre en el dique seco, una situación que obligaba a los madrileños a salir al mercado en busca de un futbolista de garantías para esa posición. Pola, en Italia, donde pasaba su primera temporada en el Sandro Abate Avellino pensó por un momento: “A ver si me van a llamar a mí...”

Su teléfono sonó el pasado fin de semana. La intuición era buena. El Inter Movistar le abría de nuevo las puertas de la que había sido su casa durante diez años. Los madrileños buscaban un valor seguro para una situación desesperada y en ese club hablar de Pola es hacerlo de una autoridad. Le avalan su trayectoria, sus diecinueve títulos con esa camiseta, su carácter, su experiencia...El vigués dio el visto bueno de inmediato, pero antes había que someter la situación al examen del Avellino, el gran perjudicado del movimiento. Pola se fue personalmente a casa del presidente del club a explicarle los detalles, quería que lo escuchase de él personalmente. Allí solo encontró comprensión y complicidad: “Le estoy muy agradecido al Sandro Abate Avellino. Les expliqué que no era una situación corriente y que no me quería ir a cualquier equipo sino que quien me llamaba era el Inter Movistar, el equipo de toda mi vida, que estaba en una situación complicada. Reconozco que mi miedo era saber cómo se iban a tomar la noticia, pero el Avellino solo me dio facilidades y por eso les estaré eternamente agradecido. Me dijeron que para ellos las personas estaban por delante de todo y que hiciese lo que creyese conveniente”. Para el Avellino la situación era especialmente delicada porque, con Pola como uno de los responsables, están en la mejor temporada de su historia y si ganan este fin de semana se situarán en segunda posición de la Serie A, algo que nunca han conseguido. De golpe perdían a una de sus referencias después de que hubiese cerrado el mercado de fichajes (en el fútbol sala italiano es en diciembre): “Para ellos era más complicado todo, pero aún así me dieron todas las facilidades del mundo”.

En un visto y no visto Pola se presentó en Madrid para iniciar su segunda etapa en el club de Torrejón. Viaje, presentación, examen médico, primer entrenamiento, convocatoria y hoy mismo podría “estrenarse” en su pabellón ante Palma: “Yo estoy listo para jugar ahora mismo si lo necesitan”. Han cambiado cosas desde que se fue hace algo menos de dos años. Hay un entrenador nuevo, Pato, y una idea diferente de jugar; pero permanecen muchas otras cosas que él conoce bien como la necesidad de ganar: “Es caprichoso a veces el deporte y no es fácil imaginar que solo dos años después de marcharme iba a estar de vuelta. Creo que al margen de lo que puedo dar como jugador entiendo que me conocen bien y saben que puedo darles cosas diferentes a nivel de experiencia o de carácter”. Pola tiene claro que su adaptación se producirá rápido: “Cuando me marché de Inter Movistar jugábamos de una manera diferente. La actual le viene mucho mejor a mis características y en ese sentido va a ser todo muy sencillo. Pato ya me dijo que precisamente una de las razones por las que pensaron en mí es porque mi tiempo de adaptación iba a ser muy corto y que de inmediato podía empezar a aportar cosas”.

Pola explica que se siente como nunca y que entiende que sus últimas experiencias en el fútbol sala portugués (la temporada pasada defendió la camiseta del Sporting de Braga) y en Italia (los meses en el Avellino) le han enriquecido en todos los sentidos: “De un tiempo a esta parte me siento mejor físicamente porque he cuidado aún más ese aspecto con mucho trabajo por mi cuenta. Pero es que emocionalmente creo que este año y medio que he pasado fuera me han venido muy bien. Siento que ahora veo aún más por el resto de compañeros del equipo que por mí...y esas son cosas a las que me ha ido ayudando precisamente el hecho de haber salido de España e ir conociendo otras ligas y compañeros muy diferentes”. Esta tarde el Jorge Garbajosa de Torrejón vivirá todo un acontecimiento como es el regreso a casa de una de las grandes leyendas del Inter Movistar al que dijeron adiós hace casi dos años sin saber que realmente se trataba de un “hasta luego”.