El Mecalia Atlético Guardés ya conoce su hoja de ruta hacia una hipotética final de la Copa Europea de balonmano. La EHF sorteó en Viena los emparejamientos de cuartos de final y los cruces resultantes en semifinales y la suerte ha querido que la escuadra miñota se vea las caras con el Madeira portugués. En caso de superar la antepenúltima ronda, se mediría al ganador del duelo español entre el Elche y el Gijón en la antesala de la lucha por el título.
Así, el grupo que dirige Abel González afrontará el primer partido de la eliminatoria en la hermosa isla portuguesa el próximo 11 de febrero. La vuelta se llevará a cabo siete días después, en A Sangriña. En caso de lograr una hipotética clasificación, las semifinales serían el 18 y el 25 de marzo y la final, también a doble partido, el 29 de abril y el 6 de mayo.
Pero eso queda muy lejos todavía. El primer paso está en medio del Atlántico. En Funchal. Y en él se enfoca desde ya el Guardés, que tras superar en tercera ronda al JuRo Unitek VZV de los Países Bajos y al H71 de las Islas Feroe en octavos, no quiere parar.
Equipo complicado
No será fácil. Enfrente estará un equipo muy competitivo. El equipo madeirense es cuarto en su liga, pero solo porque tiene tres encuentros pendientes de disputar. Ha ganado los siete partidos que ha jugado y peleará por el título contra el Benfica, que precisamente fue eliminado de la Copa Europea en la última ronda a manos del Antalya turco. En la competición continental, el colectivo que entrena Hélder Sapeta ha subido tres escalones para llegar hasta aquí. Superó con mucha claridad al Brixen italiano en la ronda 2 (56-43 en el global). En la 3, derrotó al IBV Vestmannaeyjar islandés en un doble duelo en Funchal que resolvió en el choque inicial (23-30). En el de vuelta, al día siguiente, concedió su única derrota de la temporada (22-24). En los octavos de final, de nuevo en un enfrentamiento completo en casa, superó con comodidad al Zug suizo (43-52 en global).