Alicante vivirá el domingo el arranque de la edición más extraña de la Volvo Ocean Race. La regata oceánica más importante del mundo vive una profunda remodelación con ciertas dudas sobre su éxito y viabilidad. Este año la competición se desdobla en dos clases y solo los participantes en una de ellas completarán el recorrido tradicional de la Vuelta del Mundo. Los monocascos VO65, el modelo habitual, únicamente tomarán parte en la primera etapa (Alicante-Cabo Verde) y en la sexta y séptima (Aarhus-La Haya y La Haya-Génova). La organización, consciente de que no podían utilizar la nomenclatura habitual, ha bautizado su competición como la VO65 Sprint Cup. Un híbrido extraño al que se han apuntado seis equipos y donde están la mayoría de regatistas españoles, siete, de los cuales tres “y medio” son gallegos: Chuny Bermúdez de Castro, su hijo Carlos Bermúdez de Castro, Jaime Arbones y el “medio” gallego es Ñeti Cuervas, cántabro de nacimiento pero afincado en Vigo desde hace tiempo.
La gran apuesta de Volvo Ocean Race en esta ocasión es la clase IMOCA 60, barcos más conocidos por las regatas en solitario o en equipo de dos miembros, pero que competirán con una tripulación compuesta con cuatro o cinco regatistas. El gran atractivo de los IMOCA es que, además de gran superficie vélica y la quilla inclinada que caracteriza a los VO65, las reglas también permiten el uso de foils (alerones) retráctiles que aumentan el rendimiento al elevar el barco parcialmente fuera del agua. Se calcula que estos barcos son capaces de recorrer 600 millas en veinticuatro horas con lo que será fácil que superen los registros históricos de anteriores ediciones de la Volvo Ocean Race. Pero al mismo tiempo existen considerables dudas sobre su capacidad para resistir las condiciones de viento y mar extremas que suelen adornar a esta regata. Mantener los barcos enteros será el gran reto de los cinco equipos que se han inscrito en esta clase y presentarse con el barco entero en la meta podría ser sinónimo de victoria. Conocer y medir los límites de la embarcación será posiblemente la clave de esta primera experiencia de los IMOCA. Otro cambio radical será de imagen porque cambia el papel de los tripulantes y se perderán muchas de las escenas dantescas de los regatistas en el casco del barco siendo azotados por las olas y el viento, uno de los indudables atractivos de la competición. Esta clase sí dará por completo la Vuelta al Mundo completando las siete etapas (además de las regatas de puerto) con la idea de terminar la competición en Génova el próximo 1 de julio. La gallega Támara Echegoyen es la única representación que tendrá la vela española en esta clase aunque, debido a lo exigente de su calendario de preparación para los Juegos Olímpicos de París en 2024, solo está previsto que participe en unas pocas etapas de la regata.
La gallega tomará parte por segunda vez en la competición aunque a diferencia de su primera experiencia (en el MAPFRE en la edición de 2017-18 donde estuvo a un paso de ser la primera mujer de la historia en lograr la victoria) solamente va a realizar parte del recorrido. De los españoles en competición es la única que toma parte en la clase IMOCA 60 por la que apuesta la organización y que al utilizar los foils promete una navegación más extrema. Támara afronta esta regata en mitad del ciclo olímpico que debe llevarla a los Juegos Olímpicos de París en 2024: “Soy muy afortunada por la posibilidad de estar en este proyecto, vengo a aprender en los barcos con foils y aprovechar al máximo. Quiero agradecer a mi compañera Paula Barceló por adaptar su calendario para que sigamos con nuestra campaña olímpica de cara a París 2024”. El plan inicial es que Echegoyen no participe en las etapas que se desarrollan en el sur (hasta Brasil) y lo haga en el resto de la competición. Eso le permite ajustar mucho más una agenda repleta de entrenamientos y competiciones.
El coruñés Roberto “Chuny” Bermúdez de Castro es junto a Joan Vila el único regatista español que tiene en su palmarés la victoria en esta vela oceánica. Sin duda es uno de los grande nombres de este deporte a nivel mundial. En esta edición el gallego no completará la Vuelta al Mundo ya que se ha enrolado en la tripulación del “Viva México” que patroneará Erik Brockman y que compiten en la clase de los VO65 que solamente harán tres de las etapas de la regata. Está será la octava vez que dispute la Volvo, una cifra que da una idea de su nivel y experiencia, factores que le convierten siempre es una pieza deseada por buena parte de los participantes. En la edición de 2015 consiguió inscribir su nombre en el palmarés formando parte del “Abu Dhabi”. Su estreno en la competición lo vivió en 1993, hace ya treinta años, en el inolvidable proyecto gallego del “Galicia 93 Pescanova” que tan buen resultado consiguió bajo el mando de Javier de la Gándara y que permanece como uno de los grandes hitos del deporte gallego en toda su historia.
A bordo del “Viva México” coincidirá Chuny Bermúdez con su hijo Carlos. Pocas veces se ha dado el caso de dos miembros de una familia regateando juntos en la Volvo. Para Carlos Bermúdez es la primera experiencia en la regata lo que dispara su emoción. “Estoy muy emocionado, vengo a aprender de Jaime (Arbones) y de mi padre, desde muy pequeño he seguido su carrera y ahora estar aquí es un sueño” aseguraba el pasado lunes en un acto organizado por la Volvo y en el que reunió a los españoles que toman parte en la regata con la excepción de Chuny Bermúdez que se ha incorporado en las últimas horas a Alicante. Carlos es uno de los regatistas más jóvenes que toma parte en la competición aunque se librará de experiencias extremas ya que al competir con los VO65 se evita las etapas de los mares del sur que tantas leyendas han provocado en esta competición. El joven regatista del RC Náutico de A Coruña comenzó en 2021 a participar en competiciones junto a su padre en el “Viva México”.
El barco mexicano reúne en su tripulación a tres gallegos. El vigués Jaime Arbones ha tenido el privilegio de haber competido en la Volvo Ocean Race bajo todas sus denominaciones: en la Whitbread 1993-94 con el Galicia Pescanova, en la Volvo Ocean Race 2008-09 con el Telefónica Negro y en la presente edición con el Viva México. “Soy un privilegiado por haber estado en las distintas ediciones, poder hacerlo ahora con Willy Altadill y con Carlos Bermúdez, hijos de compañeros míos en proyectos anteriores es un lujo, estoy encantado”. Jaime es uno de los grandes de la vela española, habitual de la Volvo y también de la Copa América en la que con el Iberdola logró grandes resultados.
Aunque no se trata de un gallego de nacimiento, Ñeti Cuervas Mons lleva mucho tiempo afincado en Vigo, donde ha instalado su “campamento base”. El cántabro se ha convertido en otro clásico de la competición ya que no se pierde una edición de la prueba desde el año 2008 ya que formó parte de las tripulaciones de Teléfonica y luego de MAPFRE. En esta ocasión se ha sumado al proyecto polaco del WinsWhisper que es uno de los favoritos para ganar la clase VO65 como ya demostraron hace unos días en la regata costera que se disputó en Alicante. Inseparable de Pablo Arrarte, el patrón del barco, que ya le acompañó en anteriores ediciones.