In memoriam

Adiós a Armando González, el timonel imbatible

Fallece a los 91 años uno de los miembros del equipo de remo que fue olímpico en Roma 1960

El equipo de remo que participó en Roma 1960. Desde la izq., Modesto Chillón, Alberto Valtierra, Armando González, Franco Cobas, J.L. Méndez y Emilio García.

El equipo de remo que participó en Roma 1960. Desde la izq., Modesto Chillón, Alberto Valtierra, Armando González, Franco Cobas, J.L. Méndez y Emilio García.

Franco Cobas

Desde FARO me comunican la triste noticia del fallecimiento del grande e inolvidable amigo Armando González González, eterno e irrepetible compañero de tantas regatas y hazañas deportivas desde su jefatura como poderoso e imbatible timonel en el remo del Real Club Náutico de Vigo de años épicos.

A sus 91 años, ayer nos ha dejado su ausencia, siguiendo los pasos hacia la eternidad de otros grandes amigos, sobre todo de una tripulación mágica de “cuatro con timonel” que llegó a representar a España en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960. Primero se fue Modesto Chillón, luego Alberto Valtierra y José Luis Méndez y ahora Armando. La edad nos va condicionando e inexorablemente, todos caminamos hacia la meta del Más Allá, pero algunos fuimos privilegiados amigos y compañeros de un destino que nos forjamos a pulso, día a día y palada a palada.

Armando González, en el Real Club Náutico de Vigo. Foto: Jesús de Arcos

Armando González, en el Real Club Náutico de Vigo. / Jesús de Arcos

Al tratar de coordinar estas letras, la máquina fría no comprende lo que yo trato de transmitirle a Armando y su familia, con todo el calor del cariño y la amistad de muchos años que tan felizmente hemos compartido. No comprende la profunda sensación de cercanía que el corazón me dicta en estos tristes momentos con el inolvidable Armando González, de inmenso espíritu y amigo de todos, hermano gemelo del también recordado Alvarito González, fisio y masajista durante tantos años del Real Club Celta, desde el banquillo de Balaídos.

La legendaria formación.

La legendaria formación.

Con Armando he tenido hermosas vivencias personales que me esponjan el corazón al recordarlas, porque era un personaje inquieto y siempre con iniciativas. Los dos nos proponíamos visitas y por recordar una, comentaré un día de asueto en Roma: los dos nos fuimos a visitar el Vaticano, su museo, biblioteca y de forma grandiosa y con el espíritu encogido de emoción, la Capilla Sixtina. Pero no satisfechos, fuimos a pedir la bendición del Papa para nuestras familias respectivas. No era fácil en tan poco tiempo, pero la condición de olímpicos nos abría todas las puertas. Es un especial recuerdo de Roma aquella bendición papal, de SS. Juan XXIII, que conservamos en nuestros hogares, como un regalo del cielo.

Homenaje al equipo.

Homenaje al equipo.

Descanse en paz el eterno amigo Armando y que disfrute ahora en las praderas eternas, donde nos reuniremos otra vez los cinco magníficos para volver a remar juntos en las pistas de la Eternidad. A su esposa Mari Carmen, hijos Armandito y María del Rocío, nietos, hermanos, sobrinos y familia, nuestro abrazo emocionado acompañándoles en su profunda pena y tristeza, que también es la nuestra. Querido Armando, que Dios te guarde, amigo del alma.