Rugby

Cuatro meses y medio al galope

“Estoy muy orgullosa del trabajo que hay detrás del título”, afirma Lucía del Campo, campeona universitaria estadounidense

Lucía del Campo, con la equipación de la Lindenwood University.

Lucía del Campo, con la equipación de la Lindenwood University. / Armando Álvarez

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Lucía del Campo vive sus primeras horas como campeona universitaria estadounidense de rugby. El pasado sábado la viguesa logró el título D1 Elite de la College Rugby Association of America (CRAA), la máxima categoría, en las filas de Lindenwood. La canterana del Kaleido ha culminado así sus primeros meses de estancia en esa institución educativa. En breve regresará a Vigo para disfrutar de las vacaciones navideñas. Su futuro, educativo y deportivo, sigue al otro lado del Atlántico.

Del Campo firmó su beca con Lindenwood en febrero y se mudó allí a finales de verano para iniciar el curso, preparatorio de Medicina, e incorporarse a la plantilla femenina de rugby. “La adaptación con el equipo fue bastante sencilla. La clase que se acababa de graduar era numerosa. Muchas llegábamos nuevas. Habían fichado a 30 chicas”, revela. “Lo planearon perfectamente con los entrenos, aprendernos el plan de juego... La adaptación a la universidad también fue bastante fácil. El idioma no fue un problema en ningún momento. Las clases fueron de menos a más. Nos han dado todas las facilidades. Hay mucha gente a la que recurrir. Estos cuatro meses y medio se me han pasado muy rápido”.

Lindenwood ha dominado el campeonato femenino durante el último lustro. “Ya esperaba un alto nivel pero de igual manera me han sorprendido los entrenamientos”, confiesa Del Campo. “Son similares a los programas que tuve con la selección española. Tenemos entrenamientos de gimnasio de alto nivel, maquinaria para la recuperación, prevención de lesiones… El nivel del rugby también es alto en otros equipos como en Life University, que siempre nos lo pone complicado. Me encanta jugar contra rivales así. Nos hace mejorar”.

Life University había sido el rival de Lindenwood en las últimas cuatro finales. Repitieron duelo y resultado. Las de Misuri se impusieron esta vez por 17-15. “El recorrido hasta el título ha sido largo, desde la pretemporada y la adaptación. A los dos meses ya estaba en el equipo “varsity” (el que compite; el de “G-league” disputa amistosos). Hubo mucha preparación detrás”.

“Los partidos con Life son físicos, muy técnicos. Hasta el último detalle cuenta. Afrontamos la final con tranquilidad. Sabíamos que estábamos muy preparadas”, analiza. “Las tres semanas anteriores fueron intensas física y mentalmente, con mucha concentración en los entrenamientos. Se vio. Confiábamos mucho en nuestro plan de juego, las unas en las otras. Estoy muy orgullosa del trabajo que hay detrás del título”.

La olívica ha modificado su demarcación respecto a lo que solía en As Lagoas: “Los dos últimos años estuve jugando de siete y ahora me han cambiado a doce. Ya había probado en la selección gallega. Ha sido un cambio sencillo. Mis compañeras me lo ponen fácil. Sigo entrando mucho en contacto con el balón. Me encanta jugar de doce en este equipo”.

“Estoy agradecida al cuerpo técnico que ha trabajado con nosotras este semestre. Perdimos al entrenador a mitad de temporada. El segundo ha hecho un trabajo estupendo”, dice sobre el relevo de Billy Nicholas por Trevor Locke. “El puesto hay que ganárselo con mucho trabajo extra. Nunca lo tienes asegurado. Me gusta que sea tan competitivo. Las compañeras se convierten en tus mejores amigas. Es genial estar aquí”. Su idea es pasar el examen definitivo de acceso a Medicina. Seguirá en Estados Unidos, aunque pendiente de la selección española: “Siempre estoy abierta a volver. Me gusta representarla”.