El Club Vigo logró una arrolladora victoria ante el Arona, uno de los equipos más fuertes de la categoría, pero que tuvo que rendirse a la evidencia de un equipo en estado de gracia y que hasta este momento no perdió ningún partido en Coia.

El encuentro comenzó con un Vigo arrollador, luchador y no dejando hacer su juego al rival. De esta forma el marcador llegaba a ofrecer un parcial que nadie esperaba antes del comienzo del encuentro, 10-2. Este parcial no hizo que los locales se relajasen en ningún momento y tampoco que sus rivales pudiesen reaccionar a lo que les estaba cayendo por parte del buen juego local.

El segundo set fue de cierta relajación local y de la aparición de buen juego visitante. No debemos olvidar que ocupaban hasta este momento la tercera posición y los vigueses la cuarta. El comienzo fue dura para los locales ya que los canarios se pusieron por delante con un claro 6-11. Daba la impresión que se llevarían el set . Pero los aficionados esperaban la reacción local que llegó cuando empataron a 15 puntos. A partir de ese momento comenzaron a desplegar un gran juego, sobre todo en defensa, que desarboló al conjunto visitante, haciendo que los vigueses se fuesen por tres puntos que fueron los que consiguieron rematar el set.

El tercer set fue el más igualado de la contienda ya que desde el inicio los empates se sucedían en el marcador hasta que los locales se fueron por dos puntos 13-11 que les dieron la suficiente tranquilidad para seguir trabajando y manteniendo esa distancia que les daría el set y como consecuencia el partido.