El Coruxo volvió a mostrar ayer en el campo de O Vao su lado más oscuro. Tras seis partidos disputados en su feudo, los vigueses solamente han sumado seis puntos, y ayer perdieron una gran oportunidad de situarse en el podio del grupo.

Resulta muy complicado explicar el cambio que sufre el equipo vigués de jugar fuera de casa a hacerlo en el campo de O Vao. Si fuera un equipo de categorías inferiores, podríamos echar mano del tópico de la presión o de la responsabilidad de jugar en casa, para explicar la debacle del equipo cuando juega en O Vao. Ayer, los hermanos Montes pusieron un “once” inicial en el que volvían muchos de los titulares que la semana pasada. Si a ello unimos los problemas del Langreo, la previsión era optimista y, posiblemente, un punto de inflexión en la temporada. Sin embargo la realidad volvió a ser dura. Al Coruxo lo comienzan a conocer lejos de su campo, y los entrenadores saben que si presionan la línea de creación, bloquean al equipo. El Langreo llegó ayer a O Vao sin complejos. Poveda y Óscar Fernández presionaban muy arriba a los vigueses, a los que les costaba mucho sacar el balón jugado. Lo mejor era buscar pases largos, pero la defensa asturiana conseguía sacarse el peligro sin el más mínimo problema.

El gol del Langreo llegó en una presión sobre la salida del balón del Coruxo. El balón llega a los pies de Poveda que, incomprensiblemente, se entraba solo por el centro. El delantero tuvo tiempo de controlar el balón, dar un paso al frente, y esperar la salida de Alberto para batirlo por abajo. Ahí desapareció el equipo. El Langreo estaba por delante en el marcador, y estaba cómodo sobre el terreno de juego, ya que los vigueses no mostran una actitud ofensiva digna de preocuparse. El juego ofensivo del Coruxo se limitó a dos acciones puntuales, una de Chiqui cerca de la media hora de juego, y otra de Antón a dos minutos para llegar a la final del primer tiempo. El resto, encefalograma plano.

Gandoy disputa el balón con un rival. // JOSÉ LORES

Jacobo Montes modificó el sistema tras el paso por el vestuario. Colocó en banda a Aitor Aspas para buscar más profundidad, a Pitu en el centro del campo, y a Antón como central para que el equipo tuviera más salida. El equipo, evidentemente, dio un paso al frente pero la sensación no cambiaba. Daba la impresión de que el equipo estaba bloqueado mentalmente. A poco que hagan los rivales sacan provecho, y esa es una cuestión que está haciendo mucho daño.

Jacobo volvió a darle un giro al equipo con la entrada de Toni Dovales y Yelko Alfaya, pero tener más jugadores ofensivos no implica que los resultados sean los esperados.

Al final, otros tres puntos que se escapan del campo de O Vao, y una sensación de que algo tiene que cambiar en el Coruxo para que no se vuelvan a vivir momentos como el de ayer. A los hermanos Montes les queda por delante un duro trabajo para encontrar la solución al problema. Lo bueno, es que dada la igualdad, la cabeza no está lejos, pero ojo, que por abajo los equipos también aprietan.

Ficha técnica

CORUXO: Alberto; Johan (Toni Dovale, minuto 79), Andriu, Antonini (Aitor Aspas, minuto 46), Marcos (Pitu, minuto 46); Focareta (Luismi, minuto 62) Gandoy; Añón, Antón, Chiqui y Youssef (Yelko, minuto 79).

LANGREO: Torre; Keko, Gonzalo, Alaín, Juampe; Samba; Omar (Jorge Hernández, Óscar Fernández (Fran Pacoli, minuto 86), David, Davo (Jandro, minuto 62) y Poveda (Chus, minuto 74).

Gol: 0-1, minuto 18: Poveda.

Árbitro: Aranda Bueno, auxiliado por Santamaría Carrión y Álvarez Estrada. Amonestó a Poveda y David por el Langreo, y en el minuto 89 expulsó al asturiano Jandro.

Incidencias: Encuentro disputado en el campo de O Vao, que registró una buena entrada.

Jacobo: “Nos cuesta mucho llevar la iniciativa”

El rostro de Jacobo Montes reflejaba en el vestuario la frustración que vive el cuadro técnico vigués. “Tenemos una versión para fuera de casa y tenemos una en casa, en donde no somos capaces de imponernos a nuestros rivales. Eso dicen las estadísticas y las estadísticas no se equivocan nunca. Llevamos seis partidos en casa, y seis puntos. Es un bagaje muy pobre. Toca ver el partido, ver lo que hacemos mal, y lo que está claro es que nos cuesta muchísimo llevar la iniciativa. El Langreo fue un equipo que no se vino a cerrar atrás. Vino a apretarnos alto, y en la primera que llegan se ponen 0-1 y nos hemos ido del partido. Recuerdo solo una ocasión en la primera parte, y fue una contra en donde los cogimos incorporándose. Hay que cambiar cosas, porque no podemos seguir de esta manera cuando jugamos en casa”.