El Barbadás no había encajado en su feudo en toda la temporada. La racha se truncó ayer con la visita del Ribadumia.

Los de Agustín Ruíz salieron mordiendo, provocando el primer aviso en el minuto cinco con un disparo que se marchó al larguero, para tan dolo uno después conseguir un gol que el árbitro anuló. Pero el asedio era azul, hasta que la suerte cambió, Fernando se quedó ante Atanes y puso el 0-1.

A pesar de que los locales se volcaron, el resultado no cambió hasta los últimos minutos. Un saque de banda del capitán, Toño, lo metía de cabeza Nespereira. Euforia y reparto de puntos. O eso parecía, hasta que en el añadido, Brais deshizo las ilusiones con un disparo desde fuera del área, que dio los tres puntos.