El duelo copero frente al modesto Algar ha puesto fin a un agitado primer capítulo de la temporada que el Celta ha cerrado al borde de los puestos de descenso y con relevo en el banquillo por malos resultados. El último empate firmado frente al Rayo Vallecano y la clasificación para la siguiente ronda de la Copa que se sortea el miércoles conceden un leve respiro al nuevo técnico, Carlos Carvalhal, que cuenta con seis semanas para implantar su modelo de juego y generar los automatismos necesarios para reflotar el equipo.

La hoja de ruta del entrenador portugués no difiere demasiado de los planes que su predecesor tenía para el parón de LaLiga por el Mundial de Catar. El plantel iniciará hoy unas vacaciones de dos semanas antes de reintegrarse de nuevo a los entrenamientos. Los jugadores podrán desconectar unos días de la competición para volver con las pilas cargadas durante las cuatro semanas que va a durar la minipretemporada invernal. Los futbolistas tendrán un plan de trabajo para mantener el tono físico durante las vacaciones.

A la vuelta el Celta iniciará una minipretemporada invernal de cuatro semanas. Aunque inicialmente se barajó la posibilidad de otra gira por Estados Unidos, la fase preparatoria se celebrará en la ciudad deportiva. El club ha programado en las próximas semanas varios amistosos ante adversarios todavía por determinar. Carlos Carvalhal ha adelantado que quiere que los entrenamientos que se celebren en Balaídos sean abiertos al público.