Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol

El nuevo ídolo de Soweto

El técnico vigués José Riveiro solo ha necesitado cuatro meses de trabajo para darle un título al Orlando Pirates, uno de los clubes más importantes del fútbol surafricano

José Riveiro sostiene la copa MTN 8 acompañado de su equipo técnico, tras la victoria del Orlando Pirates ante el AmaZulu. | // FDV

José Riveiro (Vigo, 1979) se ha convertido en un emigrante más del fútbol después de trabajar como técnico en la cantera del Celta (dirigió desde alevines hasta el juvenil B). Tras casi ocho años en Finlandia (pasó por el Honka, el PK-35, el Helsinki y el Inter Turku), el vigués recibió el verano pasado la oferta de dirigir a uno de los clubes más importantes de Suráfrica: el Orlando Pirates, afincado en Soweto, en la ciudad de Johannesburgo. A pesar de las reticencias que levantó su contratación debido a su escaso cartel en el mercado internacional de entrenadores, Riveiro solo ha necesitado cuatro meses para acallar críticas tras conquistar el primer título con los happy people" o bucaneros. El triunfo en la Copa MTN 8 ha convertido al vigués en uno de los ídolos del equipo de Soweto, el mismo que alcanzó su máximo esplendor en 1995 gracias a los goles del excéltico Benni McCarthy.

José Riveiro posa con el 
trofeo conquistado el 
sábado con el Orlando
 Pirates. |  // FDV

José Riveiro posa con el trofeo conquistado el sábado con el Orlando Pirates. | // FDV J. Conde

El cambio del frío finlandés al calor surafricano también se muestra en la reacción de los aficionados tras una victoria como la obtenida el sábado ante el AmaZulu. “El club está arraigado a Soweto y una victoria supone que haya menos crímenes, menos violencia. La gente va a estar más tranquila, más feliz y eso hace que, como técnico, tengas una responsabilidad muy grande porque el Orlando Pirates cuenta con millones de seguidores”, señala Riveiro, que califica “de locos” los festejos que acogió Soweto durante la noche del sábado y el domingo por el primer título de la temporada. “Lo viven de una forma muy particular. Hemos celebrado éxitos en Finlandia, pero no con tanta repercusión como aquí. Es una experiencia nueva y trato de acostumbrarme a todo lo que hay detrás de un club como este, que cuando un resultado no es bueno lo notamos y cuando es como el último también lo notamos muchísimo”, sostiene el vigués.

En su nueva aventura profesional (firmó un contrato por tres años), Riveiro también se muestra sorprendido por la dimensión de su nuevo club: “Es una barbaridad el número de seguidores que tiene. Estamos hablando de millones y millones y millones de personas. Vayas a donde vayas, siempre hay aficionados del Orlando. Es el club de la gente más pobre, digamos, que no son pocos en Suráfrica y en el continente en general, y eso hace que tenga muchos seguidores”. Al último derbi contra el Kaizer Chiefs, el técnico gallego calcula que asistieron 96.000 espectadores en el FNB Stadium (el Soccer Citty mundialista). “En todos los partidos que jugamos, fuera o en casa, siempre se completa el aforo”.

Rivero admite que está disfrutando de su nueva etapa surafricana. “Para mi carrera profesional ha sido un salto muy grande, hay mucha diferencia en todos los aspectos. El fútbol europeo es diferente y la liga finlandesa es complicada a nivel táctico. Pero aquí es diferente. Los partidos son más abiertos, más locos, con un ritmo altísimo porque los jugadores son muy buenos a nivel técnico. La pelota va rápido e incluso a mí como entrenador me llevó un tiempo acostumbrarme al ritmo de los partidos, a lo rápido que va el balón de un área a otra. Y eso es porque el nivel de los jugadores es muy alto”.

El Orlando Pirates fue campeón africano en 1995. Además, presume de 4 títulos de Liga y de 8 de la Copa de Suráfrica. Es uno de los diez principales clubes del continente. Ahora ocupa la quinta plaza en un campeonato nacional con equipos de un nivel similar a algunos conjuntos españoles de Primera y de los principales de Segunda. “Hay buenos equipos en esta liga, el nivel es interesante. A nivel técnico, mi plantilla y otras más no le envidian demasiado a la Primera División española, no para disputar la Champions League pero… Y para competir bien en Segunda División, sin ningún problema. A nivel de salarios, lo mismo. Con Segunda División no hay mucha diferencia o incluso mejor que muchos equipos de esa categoría”, señala el entrenador vigués.

Riveiro reconoce, sin embargo, que “cuesta adaptarse. Venía de Finlandia, que también tiene una cultura muy particular, quizá mucho más diferente a esto de lo que puede ser la cultura española. A nivel de seguridad, Johannesburgo no es una ciudad fácil, es una de las más peligrosas del mundo. Has de adaptarte a muchas cosas, no es una vida del todo normal. Luego está el fútbol, la forma de entrenar, vivir lo que es ser un futbolista profesional. Tuvimos que ir introduciendo cambios, pero también respetando sus creencias y cómo viven un partido, que es muy diferente tanto por parte del aficionado como por lo que rodea a la organización del mismo. Hay más ruido, más color, es una fiesta, hay mucho folclore alrededor del encuentro. Después están las supersticiones y tienes que ir adaptándote, ser flexible en los planteamientos para darle espacio a lo que ellos consideran importante para competir”.

Además, ha de manejar una plantilla de 34 jugadores. Esta amplitud está justificada, afirma, por las numerosas competiciones que disputan a lo largo del año.

La semana pasada, el vigués vivió el primer derbi contra el Kaizer Chiefs, en el Soccer Citty, donde España ganó la Copa del Mundo en 2010. “Fue un día especial para mí y para los dos españoles que están en el staff técnico. Es un estadio icónico para el fútbol español y tienes recuerdos de estar en casa viendo la final en este estadio, el gol de Iniesta… Fue un día bonito por conocer ese estadio”, apunta Riveiro, que desde el pasado sábado es un ídolo en Soweto tras ganar el primer título con el Orlando Pirates.

Compartir el artículo

stats