Las elecciones a la asamblea general de la Federación Gallega de Fútbol han confirmado el control que Rafael Louzán mantiene del escenario galaico. El ribadumiense, de 54 años, se ha asegurado los apoyos para lograr un tercer mandato el 5 de diciembre. Lo más probable es que no tenga rival.

Los comicios por estamento, para seleccionar a los representantes asamblearios, se celebraron el lunes en las delegaciones de Ferrol, A Coruña y Ourense; las únicas en las que había más candidatos que puestos. Los partidarios de Louzán se han impuesto. En Vigo, Santiago, Lugo y Pontevedra había los mismos candidatos que plazas y todos ellos han avalado la candidatura de Louzán.

Sin apoyos previos, y a expensas de que la junta electoral valide estos resultados el 31 de octubre, difícilmente habrá opositores que apuesten por formalizar su candidatura a la presidencia entre el 2 y el 8 de noviembre.

Atrás quedan las contiendas de 2014, cuando Rafael Louzán destronó a José García Liñares, y de 2018, cuando Gustavo Falque, antiguo aliado de Louzán, intentó desbancarlo sin éxito. Solo el panorama judicial ensombrece el horizonte de Louzán. En mayo, la Audiencia Provincial confirmó su condena a siete años de inhabilitación para empleo o cargo público por prevaricar durante su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra. Sus abogados lo han recurrido en casación ante el Supremo. Louzán ya anunció tras la sentencia que continuaría dirigiendo la Federación Gallega “con total normalidad”.