Con hasta cinco jugadores entre algodones deberá afrontar el Frigoríficos del Morrazo el partido que mañana disputa ante el Valladolid en el pabellón Huerta del Rey. Nacho Moyano ha tenido que estar tan pendiente de la pista como de la enfermería ante el aluvión de problemas físicos que está padeciendo la escuadra que dirige. Eso sí, el preparador se muestra dispuesto a forzar y todo apunta a que hoy desplazará a todos los efectivos de su primera plantilla, con la única salvedad del lesionado Salgado.

Tres jugadores se han visto afectados por un fuerte proceso gripal con fiebre y otros síntomas, lo que les ha impedido trabajar durante todos los días. Se ha descartado el COVID pero se desconoce el estado en el que se encontrarán para disputar el duelo de mañana. Jenilson tiene molestias musculares por un golpe recibido ante el Torrelavega y algún otro efectivo también se ha perdido alguna de las sesiones de la semana. El panorama se completa con Santi López, que se ha perdido un par de días de entrenamiento por problemas personales.

No parece que el Cangas afronte en las condiciones más óptimas un choque en el que espera remontar el vuelo tras las tres derrotas consecutivas encajadas ante Bidasoa, Benidorm y Torrelavega. El Cangas tendrá enfrente a un equipo que no se le ha dado demasiado bien en los últimos tiempos y que, como advierte Moyano, “está en forma y jugando bastante bien, más allá de que se encontrase en su camino con Bidasoa y Cuenca”.

En su análisis, el técnico madrileño apunta que “le ha venido muy bien mantener a Miguel Martínez y han acertado con la llegada de Dimitrievski, que les da solidez defensiva y seriedad en todas las fases del juego”. Además, añade, “con D’Antino parece que han perdido bastante menos de lo que deberían perder con la marcha de Serrano”. El vigués Borja Méndez será unos de los rivales a tener en cuenta: “Está más asentado que la campaña pasada, se ve como la primera opción y ha ganado mucha confianza. Está jugando como no lo había hecho en mucho tiempo”.

El Cangas deberá minimizar los errores y poner freno al contragolpe vallisoletano. “Son un equipo que corre mucho, y en casa aún más. Así que hemos de tener paciencia y evitar las pérdidas, los regalos”, sentencia el preparador del conjunto de O Morrazo.