El FC Barcelona cayó ayer en la segunda jornada de Liga de Campeones ante el Bayern Múnich (2-0), un encuentro en el que los de Xavi vieron frenada su euforia tras perder su imbatibilidad ante un conjunto bávaro eficiente en las áreas, y que tuvo como protagonista a un Lewandowski impotente en los últimos metros. El polaco eclipsó los focos del Allianz Arena, que recibió a su añorado delantero entre pitos y mayoritariamente aplausos. Sin embargo, el delantero no consiguió convertirse en el villano que esperaban los barcelonistas. Su racha goleadora no apareció y cayeron ante un rival insuperable en los últimos enfrentamientos entre ambos.

El cuadro catalán alertó rápidamente a los bávaros de su eficiente pólvora ofensiva. Una seña de identidad de la actual plantilla azulgrana que hasta la fecha sólo sabía ganar por goleada. Pero el Bayern supo sufrir, convirtió el partido en una lucha vertical sin espacio para la posesión y consiguió acabar con la portería a cero.

El duelo perdió protagonismo en la medular y dejaba claras oportunidades en ambas áreas. Lewandowski probó suerte y tuvo entre sus botas dos de las ocasiones más claras de la primera media hora de juego, en la que no consiguió adelantar a un Barça ineficaz en el fortín bávaro, donde no ha ganado nunca hasta la fecha. Pero los intentos del polaco no surtieron efecto debido a la solvencia entre palos de Neuer. El ritmo frenético no bajó a costa de un Bayern insistente, que tuvo como puñal a un Sané que puso en serias dificultades la primera titularidad de Marcos Alonso. No obstante, mientras los alemanes llegaban varias veces sin generar ruido, el Barça enmudecía a los locales en cada cabalgada que acababa en oportunidad para Lewandowski, insólitamente impotente.

En la reanudación, Nagelsmann agitó el banquillo en busca de más físico y dio entrada a Goretzka por Sabitzer, un cambio en busca de aliviar a la defensa bávara del vendaval azulgrana, obsesionado con el gol desde el pitido del árbitro. Un afán que incrementó aún más después del cabezazo de Lucas Hernández, que abrió el marcador en el 51 al sacar ventaja del primer córner del Bayern. Los locales olieron la sangre y la desesperación de los visitantes y hurgaron en una herida aún sin cicatrizar. Sané paralizó a una defensa débil y el alemán se metió hasta la cocina para definir ante Ter Stegen Xavi trató de reaccionar dando entrada a Frenkie de Jong y Ferran Torres, pero la ineficacia goleadora siguió.