Carlos Alcaraz dice y repite y vuelve a insistir en que no habría llegado tan alto ni tan rápido a la cumbre si no hubiera sido por el apoyo y la guía que han sido su familia y su equipo. Y una de las piezas fundamentales en esa arquitectura que sustenta al campeón es Juan Carlos Ferrero, su entrenador.

El antiguo número 1, como ha recordado este domingo ante la prensa, conoció a Carlitos, ‘Charlie’, cuando el murciano tenía solo 12 o 13 años y fue a su academia. “Era muy pequeño, pero ya todo el mundo hablaba de él y tenía todo lo que tiene ahora, pero en pequeño: iba a la red, las dejadas, sonreía en la pista, se animaba un montón...”.

Ferrero vio también al flamante número 1 cuando ganó su primer punto de la ATP, con 14 años. Al año siguiente el de El Palmar desembarcó ya oficialmente en Villena. “Era como un espagueti, muy delgado y tenía manos y piernas muy rápidas pero ningún músculo”. “Había mucho que trabajar”, pero vieron algo “muy especial”, “distinto a lo de otros chicos de su edad”.

Ese “algo especial” se ha expuesto definitivamente ante el mundo este domingo. Y Ferrero lo sigue viendo sobre la pista. “Creo que ha nacido para jugar este tipo de torneos, este tipo de partidos”, dice sobre Alcaraz. “En los momentos clave no se rinde, se crece. Es un gran competidor. Está ahí, intentándolo todo el tiempo, y lo vimos en los últimos partidos: contra (Marin) Cilic, (Jannik) Sinner o (Frances) Tiafoe: nunca se rindió”.

Potencial para ser uno de los mejores

A Ferrero personalmente no le sorprende el ascenso de Alcaraz hasta lo más alto, que sabe rápido, y asegura que “sabía que si no sería este año sería el siguiente”. Su meta es ponerlo “en el nivel más alto del tenis”. Y aún siendo consciente de que será muy difícil lograr lo que han conseguido Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic, y de que con un título frente a 20, 21 o 22 “queda mucho camino”, también dice: “¿Quién sabe? Tiene todo el tenis y el potencial para ser uno de los mejores. Todo lo que tenemos que hacer es intentarlo”.

Ferrero se resiste a decir que haya empezado, como alguien le sugiere, “la era Carlos”, pero sí reconoce que le “encantaría”. “Hace unos días dije a la prensa que quizá él y Sinner puedan dominar la próxima década si mantienen el nivel que demostraron el otro día. Y (Alexander) Zverev, (Dominique) Thiem, (Casper) Ruud y (Stephanos) Tsitsipas también van a estar ahí pero, con todos los respetos, es lo que pienso”.

Sabe también Ferrero que ahora otros jugadores saldrán más motivados a enfrentarse a Alcaraz y lo compara con el Real Madrid-Barcelona. “Hay una rivalidad que te hace subir tu nivel. Va a pasar y tiene que estar preparado”.

Una “familia espectacular”, “un chico sencillo y humilde”

Poco pueden hablar con más conocimiento de cómo es la nueva estrella más allá de lo que muestran los focos y Ferrero asegura que Alcaraz “es tal como se muestra, no tiene segunda personalidad”. A él el joven le llama “el hombre del látigo”, porque es quien “casi siempre” le dice cosas que no quiere oír. Y en esos momentos Alcaraz muestra “mucho carácter”, pero también “aprende”, igual que sobre la pista.

“Es un chaval muy sencillo, humilde, y hay que trabajar para que siga siéndolo, porque estos cambios tan radicales nunca son fáciles”, explica también el de Ontynient. Y cree que puede apoyarse en su propia experiencia para ese trabajo, pero también en la “familia espectacular” de Alcaraz. “Justo su padre ahora le decía que tenemos que tener los pies en el suelo, y es muy representativo de que su padre sabe perfectamente lo que hay que hacer”.

Al 60% del potencial

Eso son factores que serán necesarios un futuro brillante, pero hay más. Ferrero cuenta que le ha dicho al propio Alcaraz que está “al 60%” de lo que puede ser. “Puede mejorar muchas cosas, y él y yo sabemos que tenemos que seguir trabajando”, dice. Y enumera: “el resto, el saque, el revés en ciertas ocasiones también, la consistencia, el intentar no irse en ciertos momentos mentalmente... Hasta que uno no se retira siempre se intentan mejorar esos puntos débiles que todos los jugadores tienen; nadie es diferente, Carlos tampoco”.