España estará en la segunda fase del Eurobasket. El solvente triunfo que logró ayer frente a Montenegro por 65-82, con Brizuela, autor de 18 puntos (16 en el primer tiempo), y Pradilla (12) como figuras inesperadas, le asegura un puesto en octavos de final. Solo queda saber si lo hará como primera del grupo, incógnita que se despejará hoy en el último partido ante Turquía (13.30 horas, Cuatro), que ayer ganó a Bélgica por 63-78.

“Estuvimos muy bien, especialmente en el rebote, liderados por Willy” explicó Scariolo. “Este partido nos sirve para probar que si jugamos con nuestro estilo muchos minutos, podemos ser competitivos y si no lo hacemos, como nos pasó en la parte final, somos vulgares”, añadió el seleccionador.

Enganchados a la eficacia de Brizuela y Pradilla, a la consistencia de Willy bajo los aros, a la dirección de Brown y también a un notable trabajo defensivo, con la energía y la anticipación que faltó frente al cuadro belga, la selección recuperó el perfil de los dos primeros encuentros, el de un bloque solidario atrás y con una mentalidad mucho más agresiva. La consigna eran ataques rápidos. España además, estuvo en unos porcentajes altísimos desde el triple (11 de 25, un 44%).

El protagonismo de Pradilla (gran trabajo defensivo ante su compañero en Valencia, Dubljevic) y Brizuela también deja ver otra cara de la moneda. Juancho Hernangómez no está jugando al nivel que se esperaba, y frente a los montenegrinos quedó relegado a la suplencia. También Parra perdió minutos en la rotación. Pero curiosamente, sin sus dos aleros altos, y con un juego exterior con tres pequeños, la selección ofreció una imagen mucho más solvente.

El guion no pudo desarrollarse de forma más positiva. España ya había abierto brecha en el primer parcial (17-27) y, en ningún momento, sacó el pie del acelerador. Con una especial atención para desactivar a las piezas claves de su rivalo como Dubljevic o el nuevo base del Unicaja, Kendrick Perry, la selección dejó todo encarrilado en el descanso (31-53).

Desaparecida Montenegro por completo, el segundo periodo se convirtió en una oportunidad para Scariolo de repartir minutos (Rudy Fernández se quedó en la banda por un golpe en una rodilla) y blindar la confianza del equipo, y aunque España relajó su nivel en defensa y su actitud, en ningún momento peligró un triunfo que abre a la selección la puerta de la segunda fase en Berlín.