El Real Madrid arrancó la defensa de su título con un triunfo en Almería en un partido en el que los de Ancelotti tuvieron que remontar el gol inicial de Ramazoni, un tanto que cambió de alguna manera el guión establecido en el partido, pero que transformó el duelo en un monólogo absoluto del equipo blanco que apabulló a su rival aunque demostró tener poca puntería.

Ancelotti introdujo cambios en la alineación, dotó el equipo de más músculo con la pareja Camavinga-Tchouameni. El problema es que el equipo se vio por debajo demasiado pronto y posiblemente ese no era el mejor medio del campo para construir ante un rival que descaradamente se instaló en la frontal de su área. Llegó el Real Madrid de forma recurrente aunque poco clara en el primer tiempo. Una situación que cambió en el segundo tiempo con la presencia de Modric. Ya llegaba el Real Madrid de otro modo. Cada ataque finalizaba en un remate más o menos claro, un aviso de que el partido iba inevitablemente hacia la remontada. Marcó Lucas Vázquez y el Almería ya no sabía muy bien cómo lidiar con la situación. Se salvó un par de veces hasta que a falta de quince minutos entró en el campo Alaba. El austriaco aprovechó una falta a favor del equipo blanco para entrar en el terreno y se pidió el lanzamiento que entró cerca de la escuadra. De la manera más imprevisible el Real Madrid había culminado una remontada que merecía de sobra.