España cerró ayer su cuenta en el Campeonato del Mundo de piragüismo sprint de Halifax (Canadá) con un nuevo recital de los piragüistas gallegos. En total, el equipo español sumó ocho medallas, cuatro de ellas de oro, añadiendo los suyos a la colección el arousano Manuel Fontán, el cangués Pablo Graña y el pontevedrés Adrián Sieiro, campeones del mundo en C-4 500 junto al balear Joan Moreno; y el betanceiro Carlos Arévalo, que ganó la finalde K-1 200. A este dominio gallego en Canadá se une el cuarto puesto de los hermanos Noel y Diego Domínguez, del Breogán, en la final de C-2 1.000 metros.

El C-4 500 de Moreno, y de los gallegos Graña, Fontán y Sieiro, impuso su dominio para ganar su final con una marca de 1:39.42, por delante de Polonia y Ucrania; extendiendo así el gran momento en embarcaciones de equipo de España, que supera en Halifax el número de medallas conquistadas en el Mundial anterior, en Copenhague.

En una final directa, sin clasificación previa, España aprovechó la ausencia en el último momento de Alemania y se proclamó campeona del mundo con superioridad que mostraron Moreno, Graña, Fontán y Sieiro, que aventajaron en 49 centésimas a los polacos Aleksander Kitewski, Arsen Sliwinski, Wiktor Glazunow y Norman Zezula, y en 1:10 segundos a los ucranianos Vitaliy Vergeles, Andrii Rybachok, Yurii Vandiuk y Taras Mishchuk.

“Tenemos un gran equipo de piragüismo en España con un altísimo nivel como estamos demostrando en este Mundial, en el que estamos en lo más alto”, resaltó Graña con la satisfacción del éxito conseguido.

En el primer día de competición en Halifax España ya había conquistado el oro en el K-4 500 con Saúl Craviotto, el betanceiro Carlos Arévalo, Marcus Cooper y el cangués Rodrigo Germade, y en el C-2 200, con Cayetano García y Pablo Martínez; además sumó la plata de Sara Ouzande y de la canguesa Teresa Portela en la final del K-2 200.

Pero ayer la jornada prometía muchas más emociones, y además del oro del C-4 llegaría el de Carlos Arévalo, que se proclamó campeón del mundo en una gran regata, venciendo el pulso al que era dominador de la prueba en las últimas competiciones, el húngaro Kolos Csizmadia, que acabó tercero.

El betanceiro había accedido a la final venciendo su serie pero con el tercer tiempo. Sin embargo, protagonizó una final imponente, primero en todo el recorrido que completó con un tiempo de 36.43, por delante del sueco Petter Menning (36.71) y de Csizmadia (38.82).

“Ha sido una regata muy dura con viento en contra pero me he encontrado muy bien y estoy muy contento. Las sensaciones han sido muy buenas. Ganar el oro en el K-4 y ahora del K-1 es lo máximo. No puedo aspirar a más”, manifestó.

En la prueba anterior, la madrileña María Corbera había firmado la cuarta medalla para España: plata en el C-1 200, con la que reedita la plata lograda en los anteriores mundiales en esta misma prueba por Antía Jácome.

El recital gallego se completó con la cuarta plaza de los hermanos del Breogán de O Grove Noel y Diego Domínguez, cuartos en la final de C-2 1.000 metros, mientras que el asturiano del Kayak Tudense Pedro Vázquez era octavo en el K-2 1.000. Por último, Pablo Crespo (C. de Pontevedra) finalizó cuarto en la final B de C-1 1.000 metros.