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Ciclismo - MTB/Dirt Jump

De oro y diamante

El vigués Carolo gana el premio al mejor truco en Núremberg y la cuarta plaza general le da acceso a un evento de la máxima categoría del circuito mundial

El increíble truco de Carolo

Uno de los trucos de Carolo en Núremberg Foto: Félix Diemer / Vídeo: Cedido

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Uno de los trucos de Carolo en Núremberg Armando Álvarez

Miguel Guerrero, Carolo de común, salta, se agita y aterriza. A ojos legos resulta difícil distinguir qué ha sucedido exactamente. El entusiasmo del entendido público de Núremberg delata la maniobra. En ese escaso vuelo, el vigués ha revolucionado su bici 360 grados, con una vuelta al cuadro y tres de manillar. Giros inscritos en giros. Un hombre de Vitruvio dentro de una paradoja de Escher. Puzle y torbellino. Solo el sueco Emil Johansson, actual campeón mundial en la modalidad de dirt jump, había realizado la maniobra antes que él. Se denomina 360 tailwhip triple bar. Carolo conquista el premio al mejor truco en el Eurobike Skyline Ride; una prueba de categoría oro del circuito mundial. En la competición general logra además el cuarto puesto y la invitación para un evento diamante. Se ha roto su techo de cristal.

Carolo, de 24 años, se inició en el MTB a los 12. Y pronto se especializó en dirt jump: saltos de estilo libre que se efectúan sobre diferentes tipos de terreno. El olívico destaca por su creatividad. En la Happy Ride Weekend de Barcelona, en 2020, ejecutó el primer 729 triple barspin de la historia: dos giros horizontales combinados con tres giros del manillar.

Los pilotos no pueden acomodarse. Deben arriesgar, innovando o repitiendo lo que otros han inventado. Carolo acudió a la cita alemana el pasado fin de semana con el truco de Johansson en bandolera. Cuando le preguntaron si quería participar en el Best Trick y qué trucos ejecutaría, reveló que el del sueco. “No lo llevas previsto. Se me ocurrió en el instante”, revela. “Era el que me podía dar la victoria”.

Antes, apurando la hora reglamentaria, había asegurado cierta puntuación con acrobacias más asequibles. Comprobó que la línea, como se conoce al circuito que se prepara, le aseguraba la altura necesaria para atreverse con el 360 tailwhip triple bar. La doble vuelta al manillar la tenía bien asimilada. Calculó a velocidad de relámpago y se atrevió con la tercera. Completó el último giro casi ya a ras de suelo. “Es una milésima de segundo. Cuando caes y ves que te ha salido, quedas en shock”.

No se puntúa la historia íntima que cada piloto protagoniza. La gesta de Carolo se incrementa en la comparación. Segundo quedó Dawid Godziek, top 5 del mundo, fichado por Red Bull, profesional, con instalación en su propia casa para entrenar cada día. Carolo trabaja en la automoción viguesa. Así se financia su aventura deportiva. Entrena en escenarios más limitados como el Churraspark de Matamá. El 360 tailwhip triple bar solo había podido ensayarlo una vez, en Suiza, con colchonetas protegiéndole del peligro.

Felicitado por su victoria en el mejor truco. Félix Diemer.

El trofeo al mejor truco constituyó la coda de una experiencia mágica. El FMB World Tour califica sus pruebas de bronce a diamante. Entre las cuarenta, solo cuatro son de oro como la de Núremberg, reservadas a los 30 primeros del escalafón. Carolo acarició el podio en el certamen general después de tres jornadas de criba sucesiva. Y la cuarta plaza, aunque amargue por fronteriza, incluía un regalo: la invitación, ya que líder entre los desclasados, para una prueba diamante. Solo se organizan cinco, accesibles a los 14 mejores y esos añadidos. Carolo competirá en la Red Bull District Ride, también en Alemania, el 3 de septiembre.

“Me mido a gente que lleva toda la vida y se dedica solo a esto. Hay muchos y muy buenos”, destaca el piloto gallego. Él, al terminar el evento, empacó con rapidez su material, incluyendo el trofeo, para tomar el vuelo de regreso a casa. A las cinco de la madrugada debía entrar a trabajar. “Lo mío es más difícil. Por eso también te quedas más contento”.

Uno de sus saltos en Núremberg. Félix Diemer.

No es que se reboce con gusto en la épica del menesteroso. Marinbikes, Etnies y 4Elementos lo respaldan. Le facilitan cuadro de bici y ropa. Necesitaría un patrocinador potente, sin embargo, para pensar en la exclusividad laboral que le apetece. “Al Bull District Ride hay que ir bien preparado. Necesito entrenar muchísimo. Sus saltos son mayores que en cualquier otro sitio. Es una línea mucho más grande. Todo es de nivel superior. No es fácil que alguien apueste por mi, pero supongo que si lo hago bien en un ‘diamond’ tendrá que venir”. Ese sí sería un salto vital de diamante y oro.

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