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BALONCESTO - Mundial Sub 17 (F)

Las medallas, mejor en familia

Cristina Cantero, entrenadora del Celta Zorka Recalvi, logra la medalla de plata en el Mundial con la selección española de la categoría

Cantero, con sus hijos y Carlos Colinas en Debrecen. FEB

El baloncesto femenino español escribió el pasado fin de semana otro capítulo de éxito en la historia de las categorías inferiores. Si el sábado el preparador físico del Celta Zorka Recalvi, Mario Muñoz, y el primer fichaje del equipo celeste, Elba Garfella, lograban la medalla de oro en el Europeo Sub 20 de Hungría, al día siguiente era Cristina Cantero la que lograba la plata en el Mundial Sub 17, que también se disputaba en Hungría.

Todavía con la emoción de verse en el podio con la medalla colgada al cuello, Cantero reconocía que “piensas que vas a vivir una experiencia, a ver cómo vas a competir, cómo va el grupo. La verdad es que no me puse expectativas, ni altas ni bajas, solo ir día a día. Ahora, a toro pasado, dices: “¡Buah, menuda liada, plata!”. “Estoy muy contenta por todo, por cómo se ha desarrollado el torneo, la concentración, ya que llevamos cuarenta días juntas, y al final todo ha sido muy positivo”, valoraba ayer la seleccionadora.

A pesar de que la semifinal ante Francia supuso todo un reto al ir casi todo el partido a remolque, para Cantero el partido clave fue el de cuartos ante Australia, a la que derrotaron por 56-70. “Veníamos de malas sensaciones ante Mali en el cruce de octavos, en el que no habíamos jugado bien, y te plantas en cuartos, donde sabes que si pierdes quedas un poco abandonado en el campeonato; pero que si ganas estás en la pomada. Para mí es el partido clave, y el equipo compitió muy bien y se reforzó mucho positivamente”, afirma.

“En semifinales, ante Francia, es cierto que comenzamos mal, ellas fueron superiores físicamente, y no éramos capaces de encontrarnos en la pista. Cambiamos un poco a zona y el equipo se volvió a sentir más cómodo, metemos un triple que nos mete en el partido y, así, empezamos a remar poco a poco. Cuando nos ponemos por delante creo que es una situación que hunde a Francia, y sabemos jugar los minutos finales, también con un poco de suerte, con un triple a tabla, metimos los tiros libres finales que veníamos fallando durante todo el partido”, añade sobre un duelo que afirma que fue “como tu final”. “Sabíamos que Estados Unidos era un poco inalcanzable, pero peleamos hasta el final. Ellas tuvieron que exprimirse hasta el final para romper el encuentro”.

Las medallas, mejor en familia

“Creo que el baloncesto vigués está bien representado”, continuó la entrenadora del Celta Zorka Recalvi, “que la Federación Española vaya contando con nosotros quiere decir mucho del club, del trabajo que hacemos en categorías inferiores, va mucho en nuestra línea de trabajo. Creo que tenemos que estar muy orgullosos de cómo estamos representando a la ciudad y al club, y que siga, que no pare, que sigan confiando en nosotros, que se anime la gente de Vigo a seguir nuestro baloncesto y así poco a poco vamos sumando”, proclama.

De lo que no cabe duda es que este año Cristina Cantero se tiene ganadas una buena vacaciones. Se ríe cuando le preguntan al respecto: “Siempre que acabo un torneo lo hago agotada, pero todavía nos queda por cerrar algo del club, a ver si somos capaces de cerrarlo pronto para poder desconectar, pero es cierto que ahora me voy a tirar cinco días de relax, y luego volveremos a la carga con mucha más fuerza”.

Cantero llegará a Vigo la próxima semana para intentar cerrar definitivamente la plantilla de la próxima campaña, para después viajar a la localidad egrabense de Cabra, donde, ya por fin, se tomará esos días de merecido descanso.

Muñoz y Garfella, con la copa de Europa de categoría sub 20. // FEB

Mario Muñoz amplía su colección y Elba Garfella arranca con buen pie

Las alegrías para el baloncesto femenino vigués arrancaban el sábado con la final del Campeonato de Europa Sub 20. El preparador físico del Celta Zorka Recalvi, Mario Muñoz, se apuntaban a una nueva final, esta vez acompañado del primer fichaje del verano del equipo celeste, la ala-pivot Elba Garfella. Mario Muñoz es uno de los fijos en las selecciones de formación desde hace mucho años. Una relación que ha premiado al preparador físico con un total de quince medallas, añadiendo la conseguida el sábado en Soprón ante la República Checa. Solo la pandemia le privó a Muñoz de aumentar su cuenta de metales, y es que acumula veinte años acudiendo a las citas con las categorías de formación de la Federación Española de Baloncesto. En 2017, cuando ganó el oro en Matoshinos ante Eslovenia, reconocía que cada vez que llegaba a casa su hijo le preguntaba por la medalla y, una vez más no, volvió a fallarle.

Pero en esta ocasión, Muñoz estuvo acompañado de una integrante del Celta Zorka Recalvi. Todavía no conoce lo que supone en club vigués, pero Elba Garfella se presenta como una de las apuestas del conjunto vigués para la próxima temporada. Garfella jugó todos los partidos del torneo, siete en total, con una media de veintidós minutos por partido. En lo que a tiro se refiere, en lanzamientos de dos puntos hizo un 28% de acierto; en los de tres puntos, un 37%; y un 68% en tiros libres. Cuatro rebotes y dos asistencias fueron la aportación de la valenciana a lo largo del campeonato. Tras la victoria, Garfella se tomará un merecido descanso antes de viajar a Vigo y ponerse a disposición de Cantero en una nueva temporada de Liga.

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