La plusmarquista gallega Belén Toimil no consiguió entrar en la final de lanzamiento de peso del Mundial de atletismo. La de Mugardos, con un mejor lanzamiento de 17.48 metros en su tercer intento. Marca que la relegó al décimo puesto del Grupo B y que la dejan fuera de la deseada final; muy lejos de los 18,57 de la sueca Axelina Johansson, duodécima y última clasificada para la final.

Fue una jornada muy exigente en la que las rivales rindieron a un nivel muy alto, dejando el corte para la final por encima de los dieciocho metros y medio.

Toimil, que llegaba esta temporada a Estados Unidos con una marca de 17,98 metros, rindió por debajo del nivel esperado y se centrará a partir de ahora en el europeo de Munich. La lanzadora venía de conquistar hace un par de semanas su tercer Campeonato de España consecutivo aunque este curso ha estado lejos de su mejor marca de siempre que son los 18,80, récord absoluto de España.

La de ayer fue la segunda participación mundialista de la mugardesa, después de que hace cinco años, en Londres 2017, concluyera en la vigésimo sexta posición.

Todavía no ha competido el otro gallego en liza, Adrián Ben, que regresa al Mundial después de su extraordinaria participación en la edición de 2019 celebrada en Doha en la que consiguió ser finalista tras dar una lección de descaro y sentido táctico. Otra vez asoma en los 800 metros, una de las pruebas más brutales de este Mundial por la cifra tan elevada de atletas en marcas extraordinarias. Una batalla cruenta desde el primer día. Ben acaba de ser segundo en el Campeonato de España solo superado por Álvaro de Arriba y por delante de Mariano García, campeón del mundo en pista cubierta hace unos meses. Los tres competirán en Eugene con el deseo de ser finalistas aunque con el convencimiento de que tendrán que estar muy bien de piernas, pero también de cabeza porque el 800 se ha convertido en una de las carreras más salvajes del calendario internacional. Adrián Ben, siempre de menos a más, tratará de volver a dar la sorpresa y acercarse a su mejor crono de 1:44.18 que logró hace un año. Pero al margen de marcas, en Eugene contará el sentido táctico y tener piernas en esa agónico doscientos final.