Carlos Alcaraz y Alejandro Davidovich salieron vivos de una montaña rusa en la que estuvieron montados en su debut en Wimbledon en dos maratonianos partidos que decidieron a su favor en cinco sets y en los que estuvieron en el hilo del alambre para salvar su estreno en la que el campeón Novak Djokovic se dejó el primer set ante el surcoreano Soonwoo Kwon (6-3, 3-6, 6-3, 6-4). Hoy le tocará el turno a Rafael Nadal ante el argentino Fernando Cerundolo (41 mundial).

Alcaraz necesitó 4 horas y 10 minutos para deshacerse del alemán Jan-Lenard Struff al que se impuso por 4-6, 7-5, 4-6, 7-6 (3) y 6-4, mientras Davidovich echó del polaco Hubert Hurkacz, semifinalista en 2021 y séptimo mundial, por 7-6 (4), 6-4, 5-7, 2-7 y 7-6 y 10-8 en el decisivo ‘Super teabreak’ final.

Los dos jóvenes tenistas españoles fueron los grandes protagonistas de una primera jornada que tuvo todos los ingredientes de un torneo único y especial. Alcaraz tuvo que jugar su partido con la pista número 1 bajo techo cubierta por la lluvia que apareció en dos ocasiones.

Una lluvia que obligó a suspender los partidos, entre ellos, el de Davidovich después de que el tenista malagueño dejara escapar tres ‘match balls’ (40-0) con saque en su poder y 5-3 ante Hurkacz. El tenista polaco, semifinalista el año pasado se marchó al vestuario con 5-5 en el marcador para retornar a la pista, salvar el set y remontar hasta forzar el quinto set. con 5-4 y saque en su poder.

“No sé cómo he ganado. Con 5-4 en contra pensé solo en meter los restos y esperar que pasaba. He sufrido mucho, pero esta victoria me da confianza y siento que sobre hierba puedo ganar a cualquiera”, decía Davidovich que logró la victoria en un ‘Super teabreak’, el primero del torneo, en el que remontó un 7-3 en contra antes de ganarlo por 10-8.

Quizás no tan inesperada y agobiante también Alcaraz sufrió para superar su debut ante un rival, clasificado en 155 mundial, que le tuvo contra las cuerdas en un partido trampa ante un rival que no tenía nada a perder.

Alcaraz, protegido en su codo derecho, tuvo la virtud de aguantar los ataques del ‘bombardero’ alemán en los momentos clave del partido, especialmente con su saque con el que apuntó 30 ‘aces’ para responder a Struff en cada situación de apuro. El tenista murciano tuvo que ir a rebufo del poderoso Struff, que ya le había ganado el año pasado en Roland Garros, para dar la vuelta a un partido que perdía por dos sets a uno y que forzó al quinto set tras ganar el ‘tie break’ del tercero.

“Es espectacular conseguir la victoria después de este increíble partido. No me esperaba moverme tan bien como lo he hecho hoy sobre la hierba. Todavía no sé cómo he podido sacar así, ha sido mi mejor partido al saque. Ha sido mi mejor arma, por lo que he ganado hoy»” decía que en la segunda ronda, este miércoles, se enfrentará al checo Jiry Vesely que derrotó al argentino Federico Coria por 6-3, 6-2 y 7-6 (3).

Serena Williams, la invitada especial

Clasificada en el puesto 1.208 mundial y cumplidos los 40 años, una tenista nunca podría soñar con jugar en Wimbledon con datos sí. A no ser, claro, que se llame Serena Williams y hubiese pedido una invitación para participar. Así, 363 días después de su último partido, la exnúmero 1 mundial, siete veces campeona del torneo, volverá hoy a jugar después de verse obligada a retirarse el año pasado por una torcedura en el tobillo en su primer partido ante la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich, con 3-3 en el primer set. Será el vigésimo Wimbledon para Serena, 24 años después del primero que jugó en 1998, cuando, con 16 años, cayó en tercera ronda ante la española Virginia Ruano. Un escenario donde ha ganado 7 de sus 23 Grand Slams, en 2002, 2003, 2009, 2010, 2012, 2015 y 2016, además de ser finalista en 2004, 2008, 2018 y 2019. La francesa, de origen asiático, Harmony Tan (115 mundial), que nació cuando Serena debutó en el All England Tennis Club, será la primera en ponerla a prueba. «Solo estar en la pista de nuevo es genial», admite la tenista estadounidense ante su retorno. Si supera el primer examen su siguiente rival podría ser Sara Sorribes, en una parte alta del cuadro en la que están conocidas como Pliskova, Gauff, Halep, Kvitova, Badosa, Muguruza y la gran favorita, Swiatek, a la que podría cruzarse en unas teóricas semifinales. Un duro camino. Ni Serena Williams sabe cómo acabará la aventura de su retorno ni si este Wimbledon será el último torneo de su vida.